Hasta la Comisión de Salud de la Cámara Alta llegó el presidente del Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos, QF Mauricio Huberman, para exponer la visión del gremio en relación al proyecto de ley que modifica el Código Sanitario para regular los medicamentos (Boletín Nº 9914-11), conocida como Ley de Fármacos II.
Ante la presencia de la ministra de Salud, Dra. Carmen Castillo, y el subsecretario de Salud, Dr. Jaime Burrows, Huberman expuso los temas más relevantes en materia de medicamentos, entre ellos, la bioequivalencia y el reconocimiento de los productos más bien por la calidad y su intercambiabilidad. “Estamos de acuerdo con que la receta de los productos que tengan bioequivalentes se puedan cambiar por bioequivalentes, pero no así en los otros. Creo que debe mantenerse una libertad en base al acceso de los pacientes, y en aquellos productos en que no haya bioequivalencia y se recete un genérico, pueda ofrecérsele a la gente todas las alternativas posibles”.
En materia de integración vertical, el presidente de Colegio manifestó su rechazo a este tipo de prácticas. “No estamos de acuerdo en que exista porque lo único que ha hecho es fomentar marcas propias o trabajo con mayores garantías de unos laboratorios con márgenes exagerados para que la gente no pueda acceder a un precio razonable. Creo que muchos de ellos podrían bajar sus precios para lograr que la gente tuviera un acceso a medicamentos a más bajo costo”, afirmó.
De acuerdo a lo señalado por el presidente del Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos, el principal cambio que se está solicitando desde el gremio se refiere a los incisos del artículo 129, que afecta directamente a los profesionales químico farmacéuticos. “Considerando la serie de abusos laborales de que son objeto, estamos proponiendo que todo lo que tenga relación con la presencia principal de los farmacéuticos en las farmacias, la ley estipule que no puedan ejercer otras funciones”. Esto tendría como objetivo “que dejaran de aplicarse estos artículos de gerencia mediante los cuales están libres de horario para sus funciones, porque no lo cumplen en la realidad; eso es una mentira de la que se han aprovechado las empresas para no pagar o para no responder y tener trabajando a la gente 120 horas semanales en vez de 45, cosas que son irracionales en un país que piensa que va hacia el desarrollo.
Finalmente, cabe señalar que además del Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos, la Comisión de Salud del Senado también recibió a los representantes del Colegio Médico, la Cámara de Innovación farmacéutica (CIF), la Asociación Nacional de Farmacias Independientes de Chile (AFFI) y la Federación Nacional de Trabajadores de Farmacia (FENATRAFAR).
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