El Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile rechaza que se instalen botiquines de farmacia en servicios clínicos de urgencia u otras unidades o centros asistenciales sólo para ahorrar gastos en recursos humanos de químicos farmacéuticos.
El Colegio de Químico Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile rechaza que se instalen botiquines de farmacia en servicios clínicos de urgencia u otras unidades o centros asistenciales sólo para ahorrar gastos en recursos humanos de químicos farmacéuticos. Los botiquines son una excepción en la ley para ciertas empresas mineras, naves, etcétera, y no un estado permanente. Las farmacias de urgencia están destinadas a la atención no sólo cerrada (servicios clínicos), sino también abierta a la comunidad. Por tanto, el acto de dispensación debe permanecer bajo la supervisión de un profesional farmacéutico. La medida de instalar botiquines va en contra del control de gasto y resguardo del recurso económico público. Resulta inconcebible que una dependencia que tiene autorización sanitaria de farmacia pase a ser botiquín, con la misma cantidad de medicamentos (incluidos psicotrópicos y estupefacientes) y a cargo de un profesional que no es químico farmacéutico, recargando el trabajo médico y de enfermería, que ya está saturado en los servicios de urgencia o centros asistenciales.
Mauricio Huberman Rodríguez
Presidente Nacional Colegio Químico Farmacéutico y Bioquímicos de Chile AG
Fuente: www.lun.com