Científico español cuenta cómo los neandertales usaban su propia aspirina para aplacar el dolor
Científico español cuenta cómo los neandertales usaban su propia aspirina para aplacar el dolor
Se suponía que el hombre de neandertal, que pisó la Tierra antes que los actuales homo sapiens, era un tanto limitado en inteligencia. Para el científico español Antonio Rosas ésta es la prueba que sus capacidades intelectuales eran más elevadas.
Los neandertales consumían sus propias aspirinas para calmar los dolores y para controlar la inflamación. Pero no la de las pastillas, sino que corteza de álamo, que contiene ácido salicílico (uno de los componentes de la pastilla de Bayer, que, combinado con cloruro de acetilo con salicilato de sodio, produce el ácido acetilsalicílico, equivalente a la aspirina). Eso es lo que concluyen los investigadores Antonio Rosas, paleoantropólogo del Museo de Ciencias Naturales de España y Carles Lalueza-Fox del Instituto de Biología Evolutiva de la CSIC-Universidad Pompeu Fabra, entre otros, en un artículo que fue publicado recientemente en la revista de ciencia “Nature”.
Para llegar a ese resultado, los investigadores estudiaron a cinco neandertales, que habitaron la Tierra hace 42 mil años y que fueron encontrados en la cueva de El Sidrón, en Asturias, España. “Dos de ellos son asturianos y los otros tres de Bélgica”, cuenta Rosas en conversación telefónica con este diario.
Estos neandertales aún no son bautizados con nombres. Pero sí con números. “El número dos es de sexo masculino y el cuatro es femenino y son los que más información nos han brindado”, explica el paleoantropólogo.
Precisamente, al neandertal número 2 le realizaron un análisis del material genético que se encuentra en el sarro de la dentadura, proceso llamado tártaro, que sirve para “determinar las bacterias que yacen en la superficie para inferir qué alimentos consumían”, según explica Eugenio Aspillaga, antropólogo físico y director del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile.
Corteza de álamo
“En nuestra investigación hallamos restos de piñones, musgo, setas, hongo penicillium y también corteza de álamo”, relata Rosas. Lo sorprendente de esto, según sostiene el investigador, es que este último contiene “ácido salicílico, que es el principal componente de la aspirina”. “Lo que quiere decir que los neandertales tenían conocimientos de medicina”, agrega.
Para establecer esta conclusión, los investigadores tuvieron que ahondar aún más y descubrieron que este neandertal número 2, “padecía una patología crónica en la zona bucal y en el sistema digestivo, que producían periodos de inflamación con mucho dolor en el estómago y en la boca”, dice el paleoantropólogo. “Es por eso que este individuo consumía tanto la corteza de álamo y el hongo penicillium”, agrega. Le recordamos un punto no menor: el hongo penicillium fue el producto de donde se fabricó la penicilina, el primer antibiótico producido en masa y que fue descubierto por el científico inglés Alexander Fleming en la primera mitad del siglo XX.
Principio activo
Según lo expuesto en el sitio www.aspirina-ca.com ya se tenía noción en la antigüedad que la corteza del sauce tenía propiedades curativas para aliviar el dolor. Investigaciones posteriores dieron con el principio activo de esta planta: el ácido acetilsalicílico. Pero como todo medicamento, aun siendo tan bueno como la aspirina, existe un efecto secundario en el organismo. “Si consumes en grandes cantidades ocasiona irritación gástrica o úlcera”, explica Mauricio Huberman, presidente del Colegio Químico Farmacéutico de Chile. “Pero si se come en forma natural no hay problema, excepto que sea en grandes cantidades y de forma sistemática”, agrega.
El experimento de 1897
Es por eso que el químico del laboratorio Bayer, Félix Hoffman, experimentó en 1897 con el ácido acetilsalicílico para conseguir un producto puro y sin mayores efectos secundarios hasta que logró crear, mediante un proceso de acetilación, la aspirina que contiene ácido acetilsalicílico.
Respecto a las diferencias entre el uso de la corteza de álamo y sauce. Huberman dice que “se tiene esta noción universal de que la corteza de sauce es de donde proviene la aspirina, pero también podría ser la corteza de álamo porque tiene ácido salicílico. Presumo que el efecto para controlar las dolencias se notaba de inmediato con el sauce y que por eso se utilizó para la fabricación de este medicamento”.
¿Y el homo sapiens?
Todo apunta a que los neandertales tenían las mismas capacidades cognitivas que el homo sapiens de la época (ambas especies convivieron juntas durante el inicio de la última edad de hielo europea hace 120.000 años), esta es la principal tesis que postulan los investigadores en la revista de ciencia Nature. “En nuestro imaginario tenemos la idea de que los neandertales son torpes, rudos y toscos, pero en estos últimos años de investigación hemos establecido que esta imagen estaba mal construida”, así de categórico es Rosas. Y agrega que “lo que nos diferencia es la anatomía, tenían un desarrollo cognitivo similar al de los humanos de esa época (homo sapiens)”.
Aspillaga coincide: “Las diferencias no son muy significativas y son de anatomía. La cara del neandertal es maciza y su esqueleto está muy desarrollado, pero eso tiene que ver con la alta ingesta de proteína animal”.
“Antes se negaba que tuvieran alguna manifestación artística y actualmente se han encontrado instrumentos musicales y manifestaciones de grabado. Tal vez no lo hacían con la misma intensidad que nuestra especie. Pero las diferencias son menores”, agrega Aspillaga.
No hay rastros de carne
El otro punto importante a considerar en esta investigación es que “no encontramos rastros de carne en este neandertal número 2”, comenta Rosas. Este punto es de suma importancia para Aspillaga, “porque se podría inferir que los neandertales suplían con piñones las proteínas que le entregaban los animales” y asegura que éste sería otro antecedente que “demostraría el desarrollo del conocimiento de esta especie”.
Sin embargo, que no se haya encontrado rastros de carne, “no quiere decir que sean herbívoros”, sostiene el antropólogo dental y académico de la Universidad de Chile Juan Carlos Salinas. “Sólo es una inferencia y a partir de estos datos se pueden establecer supuestos y mientras más coincidencias haya mejor”, agrega.
Precisamente, en el conocimiento medicinal de los neandertales, Rosas afirma que hay “estudios previos en los que se estableció que consumían manzanilla y una planta llamada aquilea que también tiene poder medicinal”. “Llueve sobre mojado”, concluye.
Fuente: www.lun.com