Composición: Cada comprimido contiene: Ciprofibrato 100 mg; Excipientes c.s.: Celulosa Microcristalina, Lactosa, Croscarmelosa Sódica, Polivinilpirrolidona, Estearato de Magnesio, Dióxido de Silicio Coloidal.
Acción Terapéutica: Dublina como otros fibratos ejerce su efecto hipolipemiante al activar factores de transcripción específicos, los Receptores Activados por los Proliferadores de Peroxisomas alfa (PPARα). Dublina actúa como agonista o ligando de los PPARα lo que se traduce en mayor beta-oxidación de ácidos grasos, disminución de la síntesis y exportación de TGs por el hígado, mayor producción hepática de HDL y aumento de la síntesis y actividad de la lipoproteinlipasa (LPL), conduciendo a mejor hidrólisis de los TGs que viajan en los QM y VLDL. Dublina no sólo disminuye los triglicéridos y aumenta el C-HDL, mejorando el perfil lipídico aterogénico, sino que además inhibe los procesos inflamatorios de la pared vascular, frenando el desarrollo de la placa aterosclerótica. En estudios clínicos, doble ciego, randomizados, en pacientes con hipertrigliceridemia y HDL bajo Dublina 100 mg/día redujo significativamente y de una forma comparable a gemfibrozilo 1.200 mg/día los triglicéridos plasmáticos (alrededor de un 50%), el colesterol no HDL (19%) y la Apo-B (18%). Sin embargo, una diferencia estadísticamente significativa, observada entre los tratamientos, fue el efecto sobre la concentración de fibrinógeno, un factor de riesgo coronario y de mortalidad cardiovascular, independiente; Dublina disminuyó su concentración en un 19%, mientras que gemfibrozilo lo aumentó levemente.
Indicaciones: Tratamiento de la hiperlipidemia primaria resistente a manejo dietético apropiado. Incluyendo hipercolesterolemia, hiperlipidemia mixta e hipertrigliceridemia (hiperlipoproteinemias tipo lla, llb, lll y lV).
Propiedades:Farmacocinética: Absorción y biodisponibilidad: La absorción del ciprofibrato es rápida y amplia, observándose el peak máximo de concentración plasmática alrededor de 1 hora después de la administración oral. Metabolismo: Los estudios han demostrado que por lo menos el 75% de la excreción renal del medicamento correspondería a glucurónidos conjugados y el resto como ciprofibrato sin cambios. Unión a proteínas plasmáticas: Ciprofibrato se enlaza principalmente a la albúmina en un 95%. Eliminación y excreción: La principal vía de excreción del ciprofibrato y sus metabolitos es renal, con una recuperación en orina de alrededor de 80% de la dosis administrada por vía oral a los 10 días. La vida media de eliminación se ha estimado en aproximadamente 80 horas. La depuración renal es muy lenta y baja, evidenciada por menos de 5% de la radiactividad urinaria.
Posología: Únicamente por vía oral. Adultos: deberá iniciarse el tratamiento con 100 mg por día. En algunos casos específicos y de acuerdo a indicación médica y la respuesta terapéutica del paciente, la dosis puede ser aumentada a 200 mg de ciprofibrato, 1 vez al día. La dosis máxima no puede ser mayor de 200 mg al día. Pacientes con daño renal: El ciprofibrato está contraindicado en pacientes con daño renal severo. En pacientes con daño renal leve se ha recomendado bajar la dosis a 100 mg en días alternos. El clearance de ciprofibrato no se ve afectado por la hemodiálisis. Los pacientes deben ser cuidadosamente controlados.
Efectos Colaterales: Los efectos adversos más comunes con ciprofibrato son gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarreas y dispepsia. Ha habido informes ocasionales de cefalea, vértigo, y erupción. Otros efectos adversos que ocurren menos frecuentemente incluyen: dolor de cabeza, mareos, vértigo, fatiga, rash, prurito, foto sensibilidad, alopecia, impotencia, anemia y leucopenia. El ciprofibrato puede, rara vez, y al igual que otros hipolipemiantes puede producir miositis, mialgias, miopatías y casos excepcionales de rabdomiolisis.
Contraindicaciones: Está contraindicado el uso de Dublina en las siguientes situaciones: Insuficiencia hepática grave. Insuficiencia renal grave. Embarazo y lactancia. No hay evidencia de que el ciprofibrato sea teratogénico, pero en pruebas de teratogenicidad con altas dosis en animales se observaron signos de toxicidad. No hay datos sobre su uso en el embarazo y la lactancia en humanos, por lo que el ciprofibrato no debe administrarse durante el embarazo y la lactancia. Niños: No se recomienda, ya que la seguridad y la eficacia no han sido establecidas. Hipersensibilidad conocida al ciprofibrato. En asociación con otros fibratos.
Precauciones: Usar con precaución en pacientes con compromiso de la función renal por posibles efectos nefrotóxicos. Usar con precaución en pacientes con compromiso de la función hepática. Ocasionalmente se ha observado alteración de las pruebas de función hepática. Se recomiendan pruebas de función hepática periódica. El tratamiento con ciprofibrato debe interrumpirse si anormalidades de las enzimas hepáticas persisten. El hipotiroidismo puede ser causa secundaria de dislipidemias, por lo tanto deberá ser diagnosticado y corregido antes de iniciar un tratamiento con ciprofibrato. Excepcionalmente se han reportado casos de rabdomiolisis con los fibratos, con mayor frecuencia en casos de insuficiencia renal o hipoalbuminemia. Debe sospecharse de compromiso muscular cuando el paciente presente cuadros de mialgias difusas, sensibilidad muscular dolorosa y/o elevación importante de la creatinfosfokinasa (CPK) de origen muscular (> a 5 veces el límite superior normal), en estos casos se debe suspender el tratamiento con cciprofibrato. Estos problemas musculares parecen ser dependientes de la dosis; por lo tanto, a modo de prevención la posología no debe sobrepasar la dosis del 100 mg por día. Conviene advertir a los pacientes que deben informar rápidamente acerca de cualquier dolor, sensibilidad o debilidad muscular que aparezca sin explicación. Las tasas de CPK deben ser analizadas lo más rápidamente posible en los pacientes que refieran tales síntomas, y el tratamiento debe ser interrumpido en caso de diagnóstico de miopatía o del aumento muscular importante de la tasa de CPK. En la mayoría de los casos, la toxicidad muscular es reversible al suspender el tratamiento. Si después de varios meses de terapia las concentraciones de los lípidos séricos no son satisfactoriamente controladas, deben considerarse medidas terapéuticas adicionales o diferentes.
Interacciones Medicamentosas:Se han descrito interacciones clínicamente relevantes al administrar ciprofibrato con los siguientes medicamentos: Ciclosporina: el ciprofibrato incrementa las concentraciones plasmáticas de ciclosporina, aumentando la toxicidad de ésta. Ibuprofeno: se une a las proteínas desplazando el ciprofibrato. EI ciprofibrato puede potenciar el efecto de la warfarina, indicando que la terapia anticoagulante oral concomitante debe hacerse con dosis reducidas y ajustadas al tiempo de protrombina. Aunque no hay datos específicos, es posible que el ciprofibrato pueda también potenciar la acción de agentes hipoglicemiantes orales. Al igual que otros fibratos, el ciprofibrato puede aumentar el riesgo de rabdomiolisis y de mioglobinuria cuando se administra en asociación con inhibidores de la HMG- CoA reductasa u otros fibratos.
Sobredosificación: No existe un antídoto específico para la sobredosis de ciprofibrato. Debido a que la eliminación es por vía renal, se recomienda incrementar la ingesta de líquidos y eventualmente administrar un diurético. Se debe realizar un monitoreo prolongado y estrecho del paciente en estos casos, ya que la vida media del activo es larga. El tratamiento para una sobredosis deberá ser sintomático; en caso necesario, se recomienda lavado gástrico y medidas generales de sostén. El ciprofibrato no es dializable.