Acción Terapéutica: Corentel es bisoprolol, un bloqueador potente y altamente selectivo de los receptores adrenérgicos ß1, desprovisto de actividad simpático mimética intrínseca y de acción estabilizadora de membrana relevante. Por su escasa afinidad por los receptores ß2 de las fibras musculares lisas bronquiales y vasculares y los implicados en la regulación metabólica, la probabilidad que el bisoprolol afecte la resistencia de las vías respiratorias y los efectos metabólicos mediados por estos receptores es muy baja, a diferencia de otros betabloqueadores menos cardioselectivos. Como sucede con otros betabloqueadores, el modo de acción en la hipertensión arterial no está completamente establecido, pero se sabe que reduce el volumen minuto cardíaco, disminuye la actividad de la renina plasmática y reduce el tono simpático eferente desde los centros vasomotores cerebrales. En los pacientes con angina de pecho, el bloqueo de los receptores adrenérgicos ß1 produce una disminución de la demanda cardíaca de oxígeno como consecuencia de la disminución de la actividad cardíaca. En los pacientes con insuficiencia cardíaca estable en el tratamiento con diuréticos e inhibidores de la ECA, se ha demostrado que el tratamiento con bisoprolol mejora la función del ventrículo izquierdo, disminuye las hospitalizaciones por descompensación, mejora la clase funcional (NYHA), disminuye la incidencia de muerte súbita y aumenta la supervivencia.
Indicaciones: Tratamiento de la hipertensión arterial, prevención de las crisis de angina de pecho. Tratamiento de la insuficiencia cardíaca crónica estable de moderada a severa, con disminución de la función sistólica ventricular, en asociación con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina I (ECA), diuréticos y, opcionalmente, digitálicos.
Propiedades:Farmacocinética: El bisoprolol se absorbe casi completamente en el tubo digestivo. Presenta un metabolismo hepático de primer paso muy leve, por lo cual su biodisponibilidad es casi del 90%. La unión a las proteínas plasmáticas es del 30%. La vida media plasmática de eliminación es de 10 a 12 horas, lo que provee un efecto de 24 horas con la administración de una toma diaria. Alrededor del 95% de la droga se elimina por vía renal, la mitad de ella como bisoprolol sin modificar y la otra mitad como metabolitos inactivos, luego de la metabolización hepática. Debido a esto, normalmente no se requiere ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia renal o hepática. En pacientes con insuficiencia cardíaca crónica estable (NYHA Clase III) se han observado concentraciones plasmáticas mayores (Cmax a nivel constante de 64 ± 21 ng/ml con una dosis diaria de 10 mg) y prolongación de la vida media (17 ± 5 horas), en comparación con voluntarios sanos.
Posología: Los comprimidos de Corentel deben ingerirse enteros (sin masticarlos), por la mañana, (antes, durante o después del desayuno), con un poco de líquido. Adultos: Hipertensión arterial y angina de pecho: La dosis usual es de 10 mg 1 vez al día. En algunos pacientes puede resultar suficiente una dosis de 2.5 ó 5 mg 1 vez al día. La dosis máxima recomendada es de 20 mg al día. Insuficiencia cardíaca: Se recomienda su utilización en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica estable que no hayan presentado descompensación aguda en las últimas 6 semanas y que no hayan requerido cambios en el tratamiento de base en las últimas 2 semanas. Estos pacientes deben estar en tratamiento con dosis óptimas de inhibidores de la ECA (u otros vasodilatadores en caso de intolerancia a los inhibidores de la ECA), diuréticos y, eventualmente, digitálicos. El tratamiento con Corentel debe iniciarse con dosis mínimas, incrementándolas gradualmente, de acuerdo con el siguiente esquema: 1.25 mg 1 vez al día durante 1 semana, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a: 2.5 mg 1 vez al día durante otra semana, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a: 3.75 mg 1 vez al día durante otra semana, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a: 5 mg 1 vez al día durante 4 semanas, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a: 7.5 mg 1 vez al día durante 4 semanas, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a: 10 mg 1 vez al día para el tratamiento de mantenimiento. La dosis máxima recomendada es 10 mg 1 vez al día y debería alcanzarse en un plazo no menor a las 12 semanas. Luego de la administración de la primera dosis de 1.25 mg, el paciente debe ser observado durante un período de 4 horas aproximadamente, controlando en modo particular la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la aparición de signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o de trastornos de la conducción. La aparición de reacciones adversas (bradicardia sintomática, hipotensión, empeoramiento de la insuficiencia cardíaca) puede impedir el empleo de la dosis máxima recomendada. De ser necesario, la dosis máxima alcanzada debería ser disminuida de manera escalonada. El tratamiento puede interrumpirse en caso necesario y reiniciarse cuando se considere oportuno. En caso de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca se recomienda considerar la posibilidad de ajustar las dosis del tratamiento de base (inhibidores de la ECA, diuréticos).
Efectos Colaterales: Corentel es usualmente bien tolerado. Las reacciones adversas informadas son generalmente atribuibles a su acción farmacológica, ocurren la mayoría de las veces al inicio del tratamiento, son leves y se resuelven durante la continuación del mismo en 1 a 2 semanas. Sistema nervioso central: Ocasionalmente: al iniciar el tratamiento puede presentarse lasitud, cansancio, mareos y cefalea leve. Muy raramente: Trastornos del sueño, depresión. Órganos de los sentidos: Muy raramente: Hiposecreción lacrimal, trastornos de la audición. Aparato circulatorio: Ocasionalmente: Parestesias y frío en las extremidades. Raramente: Bradicardia, trastornos de la conducción AV, empeoramiento de la insuficiencia cardíaca, descenso brusco de la presión arterial, hipotensión ortostática. Aparato respiratorio: Raramente: Broncoespasmo en pacientes con antecedentes de asma bronquial o de enfermedad obstructiva de las vías respiratorias. Aparato digestivo: Ocasionalmente: Náuseas, vómitos, diarrea o constipación. Aparato locomotor: Raramente: Debilidad muscular, mialgias, contracturas musculares.
Contraindicaciones: Hipersensibilidad reconocida al bisoprolol o a alguno de los excipientes. Como sucede con otros bloqueadores de los receptores adrenérgicos ß1, el bisoprolol no debe emplearse en casos de insuficiencia cardíaca no tratada, shock cardiogénico, bloqueo sinusal, enfermedad del nódulo sinusal, bloqueo AV de segundo o tercer grado (sin marcapasos), bradicardia con frecuencia cardíaca menor de 60 latidos/minuto previo al inicio del tratamiento, hipotensión arterial (PA sistólica <100 mmHg), oclusión arterial periférica avanzada, síndrome de Raynaud, asma severo o enfermedad obstructiva severa de las vías respiratorias, feocromocitoma no tratado y acidosis metabólica.
Advertencias: Aunque el bisoprolol es un bloqueador altamente selectivo de los receptores adrenérgicos ß1, debe emplearse con precaución en los pacientes con enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias o antecedentes familiares de asma bronquial. En algunos pacientes asmáticos puede producirse ocasionalmente un aumento de la resistencia de las vías respiratorias. Normalmente, este broncoespasmo responde a los broncodilatadores con acción agonista ß2 adrenérgica como el salbutamol. Como sucede con otros betabloqueadores, el bisoprolol puede aumentar la sensibilidad a los alergenos, la severidad de las reacciones alérgicas y modificar el resultado del tratamiento con adrenalina. El bisoprolol puede enmascarar los síntomas de hipertiroidismo (tirotoxicosis). No existe experiencia terapéutica en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca en pacientes con diabetes mellitus tipo I (insulinodependiente), insuficiencia renal (creatinina sérica ≥3.4 mg/dl) o insuficiencia hepática.
Precauciones: Usar con precaución en pacientes con bloqueo AV de primer grado o intervalo PR prolongado, angina de Prinzmetal, broncoespasmo (asma bronquial o enfermedad obstructiva de las vías respiratorias), diabetes mellitus con fluctuaciones importantes de la glucemia (los síntomas de hipoglucemia pueden estar enmascarados), acidosis metabólica, ayuno prolongado, trataiento de desensibilización en curso y trastornos circulatorios periféricos como la enfermedad arterial oclusiva o el fenómeno de Raynaud. No se debe interrumpir el tratamiento abruptamente en los pacientes con cardiopatía isquémica. Corentel debe emplearse con precaución en pacientes diabéticos porque los síntomas de hipoglucemia (especialmente la taquicardia) pueden estar enmascarados. En los pacientes con antecedentes de psoriasis la administración de betabloqueadores debe ser considerada de forma cuidadosa analizando los riesgos y beneficios. En un estudio de bisoprolol en pacientes con enfermedad coronaria no se observaron efectos negativos sobre la capacidad de conducción, sin embargo teniendo en cuenta la variedad de respuesta individual al fármaco, se recomienda administrarlo con precaución a pacientes que conducen vehículos u operan maquinarias peligrosas, especialmente al comienzo del tratamiento, en ocasión de los cambios de dosis y en los individuos que ingieren alcohol. Embarazo: Los betabloqueadores desarrollan ciertas acciones farmacológicas que pueden resultar perjudiciales para el embarazo y el feto. El uso de betabloqueadores en la última fase del embarazo puede ocasionar bradicardia o hipotensión en el feto y en el recién nacido. Como sucede con otros betabloqueadores, Corentel sólo debería emplearse durante el embarazo si resulta estrictamente necesario y si los beneficios para la madre superan a los riesgos posibles para la madre y el producto de la concepción. En caso de decidirse su administración, se debe monitorear el crecimiento fetal y el flujo sanguíneo uteroplacentario. El recién nacido debe ser controlado estrechamente, es posible la aparición de hipoglucemia o bradicardia durante los primeros 3 días de vida. Lactancia: No se dispone de estudios de excreción de bisoprolol en la leche humana. Luego de evaluar la relación riesgo/beneficio de la utilización de Corentel durante la lactancia y si su indicación se juzgara beneficiosa, deberá considerarse la discontinuación de la lactancia. Uso pediátrico: No se han demostrado la eficacia y la seguridad del bisoprolol en niños, por lo tanto su uso no está recomendado.
Interacciones Medicamentosas: La administración simultánea con antagonistas de calcio produce una mayor reducción de la presión arterial, un retardo en la transmisión de la excitación auriculo-ventricular y una disminución de la fuerza de contractibilidad del músculo cardíaco. La clonidina aumenta el riesgo de "hipertensión de rebote" así como una disminución exagerada de la frecuencia cardíaca y la conducción cardíaca. Los inhibidores de la monoaminoxidasa (excepto IMAO-B) potencian el efecto hipotensor del bisoprolol e incrementan el riesgo de crisis hipertensivas. Los antiarrítmicos de clase I (disopiramida, quinidina) pueden potenciar los efectos sobre el tiempo de conducción auricular y aumentar el efecto inotrópico negativo; mientras que los antiarrítmicos de clase III (amiodarona) pueden potenciar el efecto sobre el tiempo de conducción auricular. Los parasimpaticomiméticos pueden prolongar el tiempo de transmisión auriculoventricular. Otros betabloqueadores pueden presentar efectos aditivos. La insulina y los antidiabéticos orales intensifican los efectos de hipoglucemia (el bloqueo de los receptores beta puede enmascarar síntomas de hipoglucemia). Las drogas anestésicas pueden atenuar la taquicardia refleja y aumentar el riesgo de hipotensión (el bloqueo beta reduce el riesgo de arritmias durante el período de inducción anestésica y durante la intubación). Los digitálicos pueden disminuir la frecuencia cardíaca, aumentar el tiempo de conducción auriculoventricular. Las sustancias inhibidoras de la prostaglandina sintetasa (por ejemplo, ácido acetilsalicílico) pueden disminuir el efecto hipotensor del bisoprolol. Los derivados de la ergotamina pueden aumentar los trastornos circulatorios periféricos. Los simpaticomiméticos, combinados con bisoprolol, pueden reducir el efecto de las dos sustancias. Los antidepresivos tricíclicos, barbitúricos, fenotiazinas y otros fármacos antihipertensivos: aumentan el efecto hipotensor del bisoprolol. La rifampicina induce una ligera disminución de la vida media de eliminación del bisoprolol debido a la inducción de enzimas metabolizadoras hepáticas; generalmente no se precisan ajustes de la dosificación.
Sobredosificación:Los signos más comunes por sobredosis de betabloqueadores son: Bradicardia, hipotensión arterial, insuficiencia cardíaca congestiva, broncoespasmo e hipoglucemia. Los pocos casos de sobredosis (hasta 2.000 mg) informados con bisoprolol se caracterizaron por bradicardia e hipotensión. Los datos disponibles indican que el bisoprolol es difícilmente dializable. En caso de sobredosis se recomienda interrumpir la administración e iniciar tratamiento sintomático y de soporte: Bradicardia: Administrar atropina por vía intravenosa (IV). Si la respuesta es inadecuada, administrar con precaución isoproterenol u otras drogas con acción cronotrópica positiva. En algunas circunstancias puede ser necesaria la colocación de un marcapasos. Hipotensión arterial: Administrar líquidos por vía IV o vasopresores. Puede ser útil el glucagon por vía IV. Bloqueo AV (de 2ºo 3º grado): Monitoreo cardíaco y tratamiento con infusión IV de isoproterenol o marcapasos. Insuficiencia cardíaca congestiva: Iniciar tratamiento convencional (digitálicos, diuréticos, agentes inotrópicos, vasodilatadores). Broncoespasmo: Tratamiento broncodilatador (isoproterenol, fármacos con acción agonista ß2 adrenérgica y/o aminofilina). Hipoglucemia: Administrar glucosa por vía IV.