Composición: Cada ml (30 gotas) de solución contiene: Tramadol Clorhidrato 100 mg.
Indicaciones: Tratamiento del dolor moderado a severo.
Posología:La dosis usual recomendada es: En adultos y adolescentes mayores de 16 años de edad: La dosis inicial recomendada en el dolor moderado es de 50 mg (15 gotas) y en el dolor severo es de 100 mg (30 gotas). Si el alivio del dolor es insuficiente después de 30 a 60 minutos, se puede administrar una segunda dosis de 50 mg (15 gotas). Dependiendo del dolor, el efecto analgésico dura 4 a 6 horas. Se recomienda usar la dosis más baja clínicamente eficaz. Si se requiere un tratamiento a largo plazo, se deben realizar chequeos a intervalos regulares. El límite de prescripción usual en adultos no se debe exceder los 400 mg (120 gotas) al día. En pediatría (niños menores de 16 años de edad): No se recomienda el uso de este medicamento, ya que no se dispone de información sobre seguridad y eficacia en este tipo de pacientes. La elección de la dosis para un paciente de edad avanzada debiera ser hecha con precaución, especialmente en los pacientes mayores de 75 años de edad, debido a la mayor frecuencia de efectos adversos en este grupo etario. Por lo tanto, en caso necesario los intervalos de dosis pueden ser ampliados de acuerdo a los requerimientos del paciente. En general no deben sobrepasarse los 300 mg diarios (90 gotas). Pacientes con disfunción hepática o renal: No se recomienda el uso de tramadol en los pacientes con disfunción hepática o renal graves. En los casos menos severos se debe ajustar la dosis.
Contraindicaciones: Antecedentes de hipersensibilidad (reacciones, alérgicas) al tramadol u otros opioides o, a alguno de los excipientes de la formulación. Antecedentes o condición activa de abuso o dependencia de drogas, incluido el alcoholismo. Intoxicación aguda con alcohol, hipnóticos, analgésicos de acción central, opioides o medicamentos psicotrópicos. Pacientes que están bajo tratamiento con inhibidores de la monoamino-oxidasa (MAO) o dentro de los catorce días de haber suspendido su administración. Pacientes con epilepsia, cuya enfermedad no ha sido controlada adecuadamente por el tratamiento. Pacientes con tendencia suicida o propensos a la adicción.