Composición: Cada ml de Cronovelel Suspensión contiene: Dipropionato de Betametasona equivalente a 5 mg de Betametasona y Fosfato Sódico de Betametasona equivalente a 2 mg de Betametasona, en un vehículo estéril tamponado y conservado. Excipientes: Fosfato Disódico, Cloruro de Sodio, Edetato Disódico, Polisorbato 80, Alcohol Bencílico, Metilparabeno, Propilparabeno, Carboximetilcelulosa Sódica, Polietilen Glicol, Agua para Inyección.
Acción Terapéutica: Cronovelel suspensión es una combinación de ésteres de betametasona solubles y levemente solubles que proporciona potentes efectos antiinflamatorios, antirreumáticos y antialérgicos en el tratamiento de los trastornos que responden a corticosteroides. La actividad terapéutica rápida es lograda por el éster soluble, fosfato sódico de betametasona, que se absorbe rápidamente después de la inyección. La actividad sostenida es proporcionada por el dipropionato de betametasona que es sólo levemente soluble y que se vuelve un depósito para la absorción lenta, controlando así los síntomas durante un período prolongado. El tamaño pequeño de los cristales de dipropionato de betametasona permite el uso de una aguja de calibre fino (hasta calibre 26) para la administración intradérmica e intralesional. Los glucocorticosteroides, como betametasona, causan efectos metabólicos profundos y variados y modifican la respuesta inmune del cuerpo ante diversos estímulos. Betametasona presenta elevada actividad glucocorticosteroide y leve actividad mineralocorticosteroide.
Indicaciones: Cronolevel suspensión es una suspensión acuosa estéril, inyectable, de dipropionato de betametasona y fosfato sódico de betametasona. Cronovelel suspensión está indicada para el tratamiento de trastornos agudos y crónicos que responden a los corticosteroides. El tratamiento con hormona corticosteroide es un coadyuvante, y no reemplaza la terapéutica convencional. Afecciones osteomusculares y de los tejidos blandos: Artritis reumatoide; osteoartritis; bursitis; espondilitis anquilosante; epicondilitis; radiculitis, coccidinia; ciática; lumbago; tortícolis; quiste ganglionar; exostosis, fascitis. Afecciones alérgicas: Asma bronquial crónica (incluso tratamiento coadyuvante para el estado asmático); fiebre del heno, edema angioneurótico; bronquitis alérgica; rinitis alérgica estacional o perenne, reacciones farmacológicas; enfermedad del suero; picaduras de insectos. Afecciones dermatológicas: Dermatitis atópica (eccema numular); neurodermatitis (liquen simple circunscrito); dermatitis por contacto; dermatitis solar severa; urticaria; liquen plano hipertrófico: necrobiosis lipoide de los diabéticos: alopecia areata; lupus eritematoso discoide; psoriasis; queloides; pénfigo; dermatitis herpetiforme; acné cístico. Enfermedades del colágeno: Lupus eritematoso diseminado; escleroderma; dermatomiositis; periarteritis nodosa. Enfermedades neoplásicas: Para el tratamiento paliativo de leucemias y linfomas en adultos; leucemia aguda en niños. Otras afecciones: Síndrome adrenogenital; colitis ulcerante; ileitis regional; esprue; afecciones podales (bursitis debajo de heloma duro, hallus rigidus, quinto dedo varo); afecciones que necesitan inyección subconjuntival; discrasias sanguíneas que responden a corticosteroides; nefritis y síndrome nefrótico. La insuficiencia corticosuprarrenal primaria o secundaria puede tratarse con Cronovelel suspensión, pero debe suplementarse con mineralocorticosteroide, si se aplican. Cronovelel suspensión se recomienda para inyección intramuscular en afecciones que responden a los corticosteroides sistémicos; inyección directamente en los tejidos blandos afectados, donde se indique; inyección intra y periarticular en trastornos artríticos; inyecciones intralesionales en diversas afecciones dermatológicas, y inyección local en ciertos trastornos inflamatorios y císticos del pie.
Posología: Los requisitos posológicos son variables y deben individualizarse sobre la base de la enfermedad específica, su severidad y la respuesta del paciente. La dosis inicial debe mantenerse o ajustarse hasta observar una respuesta satisfactoria. Si no ocurriese una respuesta clínica satisfactoria después de un período razonable, el tratamiento con Cronovelel suspensión debe suspenderse e instituirse otro tratamiento apropiado. Administración sistémica: Para el tratamiento sistémico, la administración se inicia con 1 a 2 ml en el caso de la mayoría de las afecciones y se repite según sea necesario. La inyección es I.M. profunda en la región glútea. La posología y la frecuencia de la administración dependen de la severidad de la afección del paciente y de la respuesta terapéutica. Inicialmente, en el caso de enfermedad severa, por ejemplo lupus eritematoso o el estado asmático que se puede resolver instituyendo los procesos salvavidas apropiados, puede ser necesario administrar 2 ml. Una amplia variedad de afecciones dermatológicas responden eficazmente a una inyección I.M. de 1 ml de Cronovelel suspensión, repetida de acuerdo con la respuesta de la afección. En los trastornos de las vías respiratorias, el inicio del alivio de los síntomas ha ocurrido a las pocas horas de administrarse una inyección I.M. de Cronovelel suspensión. En casos de asma bronquial, fiebre del heno, bronquitis alérgica y rinitis alérgicas, se ha logrado control eficaz de los síntomas con la administración de 1 a 2 ml. En el tratamiento de la bursitis aguda o crónica, se lograron resultados excelentes con una inyección I.M. de 1 a 2 ml de Cronovelel suspensión, repetida según fuese necesario. Administración local: El uso concomitante de un anestésico local raras veces es necesario. Si se desea coadministrar un anestésico local, Cronovelel suspensión puede mezclarse (en la jeringuilla, no en el vial) con clorhidrato de procaína al 1 ó 2%, o con lidocaína, usando fórmulas que no contengan parabenos. También pueden usarse anestésicos locales similares. Los anestésicos que contienen metilparabeno, propilparabeno, fenol, etc. deben evitarse. La dosis necesaria de Cronovelel suspensión se retira primero del vial dentro de la jeringuilla. A continuación, se toma el anestésico local y la jeringuilla se agita brevemente. En casos de bursitis aguda subdeltoide, subacromial, del olécranon y prepatelar, una inyección intrabursal de 1 a 2 ml de Cronovelel suspensión puede aliviar el dolor y restaurar el movimiento completo en unas pocas horas. La bursitis crónica puede tratarse con una posología reducida una vez que se han controlado los síntomas agudos. En tenosinovitis, tendinitis y peritendinitis agudas, 1 inyección de Cronovelel suspensión debe aliviar la afección. En las formas crónicas de estos trastornos puede ser necesario repetir la inyección según lo necesite el estado del paciente. Después de la administración intraarticular de 0.5 a 2 ml de Cronovelel suspensión, se puede sentir alivio del dolor, de la sensibilidad y del agarrotamiento asociados con la artritis reumatoide y la osteoartritis en 2 a 4 horas. La duración del alivio, que varía ampliamente en ambas enfermedades, es de 4 o más semanas en la mayoría de los casos. Una inyección intraarticular de Cronovelel suspensión es mejor tolerada en la articulación y tejidos periarticulares. Las dosis recomendadas para la inyección intraarticular son: articulaciones grandes (rodilla, cadera, hombro), 1 a 2 ml; articulaciones medianas (codo, muñeca, tobillo), 0.5 a 1 ml; articulaciones pequeñas (pie, mano, pecho), 0.25 a 0.5 ml. Las afecciones dermatológicas pueden responder a la administración intralesional de Cronovelel suspensión. La respuesta de algunas lesiones no tratadas directamente puede deberse a un efecto sistémico leve del fármaco. En el tratamiento intralesional se recomienda una posología intradérmica de 0.2 ml/cm2 de Cronovelel suspensión, inyectada de modo parejo con una jeringuilla de tuberculina y una aguja de calibre 26. La cantidad total de Cronovelel suspensión inyectada en todos los sitios por semana no debe exceder de 1 ml. La suspensión Cronovelel puede usarse eficazmente en trastornos del pie que responden al tratamiento corticosteroide. La bursitis debajo de heloma duro puede controlarse con 2 inyecciones sucesivas de 0.25 ml c/1. En algunos trastornos como el hallus rigidus, quinto dedo varo y artritis gotosa aguda, el inicio del alivio puede ser rápido. Para la mayoría de las inyecciones, es adecuada una jeringuilla de tuberculina con una aguja de calibre 25. Dosis recomendadas a intervalos de aproximadamente 1 semana: bursitis debajo de heloma duro o mola, 0.25 a 0.5 ml; bursitis debajo del espolón calcáneo, 0.5 ml; bursitis sobre el hallus rígidus, 0.5 ml; bursitis sobre el quinto dedo varo, 0.5 ml; quiste sinovial, 0.25 a 0.5 ml; neuralgia de Marton (metatarsalgia), 0.25 a 0.5 ml; tenosinovitis, 0.5 ml; periostitis del cuboide, 0.5 ml; artritis gotosa aguda, 0.5 a 1 ml. Cuando se observa una respuesta favorable, debe determinarse la dosis apropiada de mantenimiento, reduciendo la dosis farmacológica inicial en valores pequeños, a intervalos apropiados hasta alcanzar la dosis menor que mantenga una respuesta clínica adecuada. La exposición del paciente a situaciones causantes de estrés, no relacionadas con la enfermedad que se está tratando, puede necesitar un aumento en la posología de Cronovelel suspensión. Si el fármaco se ha de suspender después de tratamiento prolongado, la posología debe reducirse gradualmente.
Efectos Colaterales: Las reacciones adversas a Cronovelel suspensión, que han sido las mismas comunicadas para otros corticosteroides, se relacionan con la posología y la duración del tratamiento. Normalmente estas reacciones pueden revertirse o reducirse al mínimo reduciendo la posología, lo que generalmente es preferible a la suspensión del tratamiento farmacológico. Trastornos de líquidos y electrolitos: Retención de sodio, pérdida de potasio, alcalosis hipocalémica; retención de líquidos; insuficiencia cardíaca congestiva en pacientes sensibles; hipertensión. Osteomusculares: Debilidad muscular, miopatía corticosteroide, pérdida de masa muscular, progresión de síntomas miasténicos en la miastenia grave, osteoporosis, fracturas vertebrales por compresión, necrosis aséptica de las cabezas femorales y humerales, fractura patológica de los huesos largos, ruptura de tendones, inestabilidad de la articulación (por las inyecciones intraarticulares repetidas). Gastrointestinales: Ulceras pépticas con posibilidad de perforación subsiguiente y hemorragia, pancreatitis, distensión abdominal, esofagitis ulcerante. Dermatológicas: Menoscabo de la cicatrización de heridas: atrofia cutánea; piel frágil fina; petequias y equimosis: eritema facial; aumento de la diaforesis; reacciones deprimidas a las pruebas cutáneas; reacciones como dermatitis alérgica, urticaria, edema angioneurótico. Neurológicas: Convulsiones, aumento de la presión intracraneal con papiledema (pseudotumor cerebral) usualmente después del tratamiento, vértigo, cefalea. Endocrinas: Irregularidades menstruales: desarrollo de estado cushingoide; depresión del crecimiento intrauterino fetal o durante la niñez; falta de respuesta corticosuprarrenal y pituitaria secundaria, particularmente en momentos de estrés, como en casos de traumatismos, cirugía o enfermedad; reducción de la tolerancia a los carbohidratos, manifestaciones de diabetes mellitus latente, aumento de las necesidades de insulina o de agentes hipoglucémicos orales en pacientes diabéticos. Oftálmicas: Cataratas subcapsulares posteriores: aumento de la presión intraocular, glaucoma: exoftalmo. Metabólicas: Equilibrio nitrogenado negativo debido a catabolismo proteico. Psiquiátricas: Euforia, cambios del humor: depresión severa a manifestaciones francamente psicóticas; cambios en la personalidad; insomnio. Otras: Reacciones anafilactoides o de hipersensibilidad así como reacciones hipotensivas o similares al choque. Otras reacciones adversas relacionadas con el tratamiento corticosteroide parenteral incluyen casos raros de ceguera asociados con tratamiento intralesional alrededor de la cara y cabeza, hiperpigmentación o hipopigmentación, atrofia subcutánea y cutánea, abscesos estériles, inflamación después de la inyección (siguiente al uso intraarticular) y artropatía de tipo Charcot.
Contraindicaciones: Cronovelel suspensión está contraindicado en pacientes con infecciones fungales sistémicas, en los que presentan reacciones de sensibilidad a la betametasona o a otros corticosteroides, o a cualquier componente de este producto.
Precauciones: Cronovelel suspensión no es para uso I.V. o S.C. Es obligatorio usar una técnica estrictamente aséptica durante la administración de Cronovelel suspensión. Cronovelel suspensión contiene 2 ésteres de betametasona, uno de los cuales, el fosfato sódico de betametasona, desaparece rápidamente del sitio de inyección. El potencial para causar efectos sistémicos de esta porción soluble de Cronovelel suspensión debe, por lo tanto, ser tenido en cuenta por el médico cuando se use esta preparación. Cronovelel suspensión debe administrarse por vía I.M. con cautela a pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática. Las inyecciones I.M. de corticosteroides deben administrarse profundamente en masas musculares grandes para evitar la atrofia tisular local. La administración en tejidos blandos, intraarticular e intralesional de un corticosteroide puede causar efectos sistémicos así como locales. Es necesario examinar cualquier líquido articular presente para excluir un proceso séptico. Debe evitarse la inyección local en una articulación previamente infectada. Un aumento notable en el dolor y la tumefacción local, más restricción del movimiento de la articulación, fiebre y malestar sugieren una artritis séptica. Si se confirma el diagnóstico de sepsis se debe instituir el tratamiento antimicrobiano apropiado. Los corticosteroides no deben inyectarse en articulaciones inestables, áreas infectadas o espacios intervertebrales. Las inyecciones repetidas dentro de las articulaciones con osteoartritis pueden aumentar la destrucción de la articulación. Evitar la inyección de corticosteroides directamente en la sustancia de tendones porque ha ocurrido ruptura demorada del tendón. Después del tratamiento corticosteroide intraarticular, el paciente debe tener cuidado de no usar excesivamente la articulación en que se ha obtenido el beneficio sintomático. Debido a que han ocurrido casos raros de reacciones anafilactoides en pacientes que reciben tratamiento corticosteroide parenteral, deben tomarse las medidas de precaución apropiadas antes de la administración, especialmente cuando el paciente tiene una historia de alergia a cualquier fármaco. Con el tratamiento corticosteroide a largo plazo, se debe considerar la transferencia de la administración parenteral a la oral después de considerar los beneficios y riesgos potenciales. Puede ser necesario ajustar la posología en presencia de remisión o exacerbación de la patología, ante la respuesta individual del paciente al tratamiento y ante la exposición del paciente a estrés emocional o físico, como en el caso de infección grave, cirugía o traumatismos. Puede ser necesario mantener la vigilancia hasta durante 1 año después de suspender el tratamiento corticosteroide a largo plazo o con dosis elevadas. Los corticosteroides pueden enmascarar algunos signos de infección pudiendo desarrollarse nuevas infecciones durante su uso. Cuando se usan corticosteroides, puede ocurrir una reducción de la resistencia e incapacidad para localizar la infección. El uso prolongado de corticosteroides puede causar cataratas subcapsulares posteriores (especialmente en niños) y glaucoma con posible lesión de los nervios ópticos, pudiendo también fomentar las infecciones oculares secundarias causadas por hongos o virus. Las dosis normales y elevadas de corticosteroides pueden aumentar la presión arterial, la retención de sal y agua y la excreción de potasio. Es menos probable que estos efectos ocurran con los derivados sintéticos, excepto cuando se usan a dosis elevadas. Puede considerarse la restricción dietética de sal y la suplementación de potasio. Todos los corticosteroides aumentan la excreción de calcio. Los pacientes que estén recibiendo tratamiento corticosteroide no deben vacunarse contra las viruelas. No deben emprenderse otros procedimientos de inmunización en pacientes que reciben corticosteroides, especialmente a dosis elevadas, debido a los posibles peligros de complicaciones neurológicas y falta de respuesta de anticuerpos. Sin embargo, se pueden emprender procedimientos inmunizantes en pacientes que reciben corticosteroides como tratamiento de reemplazo, por ejemplo en el caso de la enfermedad de Addison. Debe advertirse a los pacientes que reciben dosis inmunodepresoras de corticosteroides que eviten quedar expuestos a la varicela o al sarampión y, si han sido expuestos, que consulten a un médico. Esto tiene importancia especial en los niños. El tratamiento corticosteroide en pacientes con tuberculosis activa debe restringirse a los casos de tuberculosis fulminante o diseminada en que el corticosteroide se usa para el manejo conjuntamente con un régimen antituberculoso apropiado. Si los corticosteroides están indicados en pacientes con tuberculosis latente o reacción a la tuberculina, es necesario observarlos estrechamente ya que puede ocurrir reactivación de la enfermedad. Durante el tratamiento corticosteroide prolongado, los pacientes deben recibir quimioprofilaxis. Si se usa rifampicina en un programa quimioprofiláctico, debe tenerse en cuenta su efecto realzante de la depuración metabólica hepática de los corticosteroides; puede ser necesario ajustar la posología del corticosteroide. Debe usarse la dosis más baja posible de corticosteroide para controlar la afección que se esté tratando; cuando sea posible reducir la posología, esta reducción debe realizarse gradualmente. El retiro demasiado rápido de corticosteroides puede inducir insuficiencia corticosuprarrenal secundaria, la que puede reducirse al mínimo mediante una reducción gradual de la posología. Tal insuficiencia relativa puede persistir durante meses después de suspenderse el tratamiento; por consiguiente, si ocurriese estrés durante ese período, debe reinstituirse la corticoterapia. Si el paciente ya está recibiendo corticosteroides, puede ser necesario aumentar la posología. Como puede estar afectada la secreción de mineralocorticoides, debe administrarse sal y/o un mineralocorticosteroide concomitantemente. El efecto corticosteroide aumenta en pacientes con hipotiroidismo o con cirrosis. Se aconseja el uso cauteloso de corticosteroides en pacientes con herpes simple ocular debido a la posibilidad de perforación corneal. Con la corticoterapia pueden desarrollarse trastornos psíquicos. La inestabilidad emocional o tendencias psicóticas existentes pueden ser agravadas por los corticosteroides. Los corticosteroides deben usarse con cautela en: colitis ulcerante no específica, si hay una probabilidad de perforación inminente, absceso u otra infección piógena; diverticulitis; anastomosis intestinales recientes; úlcera péptica activa o latente; insuficiencia renal; hipertensión; osteoporosis y miastenia grave. Como las complicaciones del tratamiento con glucocorticosteroides dependen de la dosis, el tamaño y la duración del tratamiento, se debe tomar una decisión sobre la base de los riesgos y los beneficios en el caso de cada paciente. Como la administración de corticosteroides puede trastornar las tasas de crecimiento e inhibir la producción endógena de corticosteroides en lactantes y niños, el crecimiento y el desarrollo de los pacientes que reciben tratamiento prolongado deben vigilarse cuidadosamente. Los corticosteroides pueden alterar la motilidad y el número de espermatozoides en algunos pacientes. Uso durante el embarazo y la lactancia: Como no se han hecho estudios controlados de reproducción en el ser humano usando corticosteroides, el uso de Cronovelel suspensión durante el embarazo o en mujeres en edad de gestar requiere que los beneficios posibles del fármaco se consideren en función de los riesgos potenciales para la madre y el feto. Los lactantes nacidos de madres que recibieron dosis sustanciales de corticosteroide durante el embarazo deben observarse cuidadosamente por signos de hipoadrenalismo. A causa del potencial de Cronovelel suspensión de causar efectos adversos indeseables en lactantes, se debe tomar una decisión en cuanto a suspender la lactancia o la administración del fármaco, teniendo en cuenta la importancia del agente para la madre.
Interacciones Medicamentosas:Interacciones farmacológicas: El uso concurrente de fenobarbital, fenitoína, rifampicina o efedrina puede acentuar el metabolismo de corticosteroides, reduciendo sus efectos terapéuticos. Los pacientes que reciben un corticosteroide y un estrógeno deben ser observados para determinar la presencia de efectos corticosteroides excesivos. El uso concurrente de corticosteroides con diuréticos agotadores de potasio puede acentuar la hipocalemia. El uso concurrente de corticosteroides con glucósidos cardíacos puede aumentar la posibilidad de arritmias o toxicidad por digital asociada con hipokalemia. Los corticosteroides pueden fomentar el agotamiento de potasio causado por la anfotericina B. En todos los pacientes que tomen cualquiera de estas combinaciones terapéuticas, las determinaciones de electrolitos séricos, especialmente las concentraciones de potasio, deben vigilarse estrechamente. El uso concurrente de corticosteroides anticoagulantes de tipo cumarina puede aumentar o reducir los efectos anticoagulantes, posiblemente necesitando un ajuste de la posología. Los efectos combinados de fármacos antiinflamatorios no esteroides o de alcohol con glucocorticosteroide puede dar lugar a un aumento de la ocurrencia o severidad de las úlceras gastrointestinales. Los corticosteroides pueden reducir las concentraciones sanguíneas de salicilato. El ácido acetilsalicílico debe usarse con cautela en conjunción con corticosteroides en casos de hipoprotrombinemia. Cuando se administran corticosteroides a pacientes diabéticos, puede ser necesario ajustar la posología del fármaco antidiabético. El tratamiento concomitante con glucocorticosteroide puede inhibir la respuesta a la somatotropina. Interacciones con pruebas de laboratorio: Los corticosteroides pueden afectar la prueba, de tetrazolio nitroazul para infección bacteriana y dar resultados negativos falsos.
Sobredosificación:Síntomas: No es de esperar que una sobredosis aguda con corticosteroides, incluso betametasona, dé lugar a una situación potencialmente fatal. Excepto a las posologías más extremas, es improbable que unos pocos días de administración excesiva de glucocorticosteroides causen resultados lesivos si no existen contraindicaciones específicas, como en el caso de pacientes con diabetes mellitus, glaucoma o úlcera péptica activa, o en pacientes que estén tomando medicamentos como digital, anticoagulantes de tipo cumarina o diuréticos agotadores de potasio. Tratamiento: Las complicaciones que surgen de los efectos metabólicos de los corticosteroides o de los efectos de las enfermedades básicas o concomitantes, o las que sean el resultado de interacciones farmacológicas, deben tratarse del modo apropiado. Mantener una ingestión adecuada de líquidos y vigilar los electrolitos en el suero y la orina, con atención especial al equilibrio de sodio y potasio. Tratar el desequilibrio electrolítico si es necesario.
Conservación: Agitar bien antes de usar. Almacenar a temperaturas de 2 a 25°C. Proteger de la luz y de la congelación.
Presentaciones: Envase conteniendo 1 jeringa prellenada de Betametasona por 1 ml.