Composición: Cada comprimido efervescente contiene: Vitamina B1 (Hidrocloruro Anhídrido de Tiamina) 15.000 mg. En forma de Nitrato de Tiamina 14.565 mg. Vitamina B2 (Riboflavina) 15.000 mg, Vitamina B6 (Hidrocloruro de Piridoxina) 10.000 mg, Vitamina B12 (Cianocobalamina) 0.010 mg. En forma de Cianocobalamina 0.1% WS- 10.000 mg. Nicotinamida 50.000 mg, Acido Pantonénico 23.000 mg. En forma de Pantotenato de Calcio 25.000 mg, Biotina 0.150 mg. En forma de pre-mezcla de Biotina y Manitol al 1% 15.000 mg, Vitamina C (Acido Ascórbico) 500.000 mg, Acido Fólico 0.400 mg. En forma de pre-mezcla de Acido Fólico y Manitol al 5% 8.000 mg, Calcio 100.000 mg. En forma de Carbonato de Calcio 97.700 mg. En forma de Pantotenato de Calcio (ver Pantotenato de Calcio) 2.300 mg, Magnesio 100.000 mg. En forma de Carbonato de Magnesio Pesado 30.600 mg. En forma de Oxido de Magnesio Liviano 69.400 mg, Zinc 10.000 mg. En forma de Trihidrato de Citrato de Zinc 32.0513 mg.
Acción Terapéutica: Vitaminas y minerales para el sistema nervioso y muscular.
Indicaciones: Prevención y suplemento de vitaminas hidrosolubles en estados carenciales o en ciertas condiciones o situaciones de requerimiento aumentado (mal nutrición, convalecencia, estrés, etc.). Usos clínicos: Situaciones de carencia o riesgo de ella, por ejemplo: períodos de tensión psicológica y aumento de metabolismo de la energía, fatiga, irritabilidad, insomnio, etc. De manera específica, es posible que aumente la necesidad de una combinación de vitaminas hidrosolubles y/o puede que sea necesario un suplemento de éstas en las siguientes personas o condiciones: trabajo manual intenso, tensión prolongada. Infección y fiebre prolongada. Problemas intestinales, gastrectomía, exceso de alcohol. Terapia auxiliar en enfermedades graves o crónicas.
Propiedades:Propiedades farmacodinámicas: Todos los ingredientes activos de Berocca® Plus son nutrientes esenciales, por lo que el consumo adecuado y regular es indispensable para mantenerse saludable y activo. Como mencionamos anteriormente, ciertas situaciones de tensión física, emocional, fisiológica e infecciosa puede estar acompañadas, ser complicadas y/o incluso producir un aumento del riesgo de carencia de los ingredientes activos presentes en Berocca® Plus. Todos estos nutrientes esenciales interactúan entre sí y trabajan a diferentes niveles para prevenir y reparar tales deficiencias y mitigar las consecuencias dañinas potenciales que pudieran producir, especialmente en situaciones de tensión elevada. La carencia, la tensión y las infecciones están a menudo interrelacionadas. La carencia puede aumentar la tensión fisiológica y reducir las respuestas inmunitarias. La tensión puede inducir a aumentar las carencias ya existentes y puede comprometer las respuestas inmunitarias. Las infecciones pueden producir carencias y tensión fisiológica. Estas complejas interdependencias hacen difícil el análisis individual y el diseño del suplemento de apoyo para cada caso. Por lo tanto, se desarrolló una combinación adecuada de los nutrientes esenciales más importantes basada en la información disponible. Las vitaminas B y la vitamina C son vitaminas hidrosolubles. En comparación con las vitaminas liposolubles, las vitaminas hidrosolubles son almacenadas en el organismo hasta un cierto nivel y es necesario un consumo frecuente para mantener la saturación de los tejidos. Ante cualquier reducción de consumo, imposibilidad de absorción o aumento de los requerimientos, el suministro de vitaminas no recubiertas hidrosolubles del organismo se vuelve insuficiente. A pesar de ser bastante diferentes, las vitaminas B están clasificadas juntas debido a la semejanza de sus fuentes dietéticas y a la tendencia a la deficiencia que implica el consumo inadecuado de más de un miembro del grupo. Posteriormente fue descubierto el factor antiescorbuto (ácido ascórbico), llamado vitamina C. Funcionalmente, las vitaminas del complejo B interactúan entre sí y se complementan con la vitamina C en diversos puntos del metabolismo básico celular. Como coenzimas son parte esencial para el metabolismo de los aminoácidos, las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Las aminas biogénicas, los neurotransmisores, los esteroides y el colágeno junto con la vitamina C son necesarios para la síntesis de aminoácidos. Dada su interacción y mutua implicancia en la biosíntesis y el metabolismo de la otra, la carencia de una vitamina hidrosoluble provoca rápidamente la carencia de las otras. Para un adecuado funcionamiento y correcto balance del metabolismo es imprescindible un abastecimiento regular de todas las vitaminas hidrosolubles. La combinación de las vitaminas B y la adición de vitamina C es correcta tanto bioquímica como médicamente. Los niveles de vitamina en Berocca® Plus han sido comparados con los ya publicados y oficialmente recomendados niveles de vitaminas en el complejo B solo y los productos combinados del complejo B más vitamina C en casos de profilaxia y terapia. La dosis de las vitaminas B de Berocca® Plus corresponden a estas recomendaciones generales e incluso si exceden las recomendaciones en la profilaxis, no existe seguridad de que ni la tiamina, la riboflavina ni el ácido pantoténico presenten ningún riesgo conocido incluso en sus niveles más altos. El calcio es indispensable para el crecimiento y el desarrollo de huesos y dientes y para el funcionamiento del sistema nervioso. Tales procesos también dependen de la vitamina C y de las vitaminas B (ver arriba). La carencia de calcio es extremadamente común y por lo tanto es muy importante mantener un adecuado suministro de este mineral, especialmente durante situaciones de aumento de requerimiento como la infancia, el embarazo y la lactancia para evitar daños en huesos y dientes. El calcio y la vitamina B6 están relacionados por lo que se ha comprobado que una dieta baja en vitamina B6 puede estar asociada a anormalidades que afectan el metabolismo del calcio, como por ejemplo la absorción de calcio a nivel intestinal y celular, metabolismo de los huesos e hipertensión. El magnesio, segundo catión más abundante de los fluidos intracelulares, es esencial para la actividad de muchos sistemas de enzimas y juega un papel importante en la transmisión neuroquímica y la excitabilidad muscular. Se conocer más de 300 enzimas que se activan con el magnesio. Entre éstas existen muchas enzimas que requieren tanto la vitamina B como coenzima y el magnesio (o calcio) como cofactor para funcionar de manera óptima. Por ejemplo, el magnesio es esencial para la membrana de transporte dependiente de energía, para la transmisión del código genético, como también para todos los procesos biosintéticos, como la glicólisis, la formación de AMP cíclicos y los procesos dependientes de vitaminas hidrosolubles (ver arriba). De manera específica, el magnesio es esencial para todas las enzimas que requieren vitamina B1 como cofactor y tanto magnesio como vitamina B2 para convertir la vitamina B6 en su forma activa de fosfato piridoxal 5. Como es el caso del magnesio para la fosforilación de la piridoxina y la vitamina B2 para la oxidación del fosfato de piridoxina. Las concentraciones de magnesio extracelular son críticas para mantener la potencia eléctrica de las membranas de los músculos de los nervios y para la transmisión de los impulsos a través de las uniones neuromusculares. En tales procesos, que también dependen del calcio, los 2 cationes actúan sinergística y antagónicamente. El zinc es un elemento esencial para las plantas, los animales y los seres humanos. El zinc es uno de los oligoelementos más importantes en el organismo. Es necesario como componente catalítico para más de 200 enzimas y como constituyente estructural de diversas proteínas, hormonas, neuropéptidos y receptores de hormonas. Cantidades relativamente grandes de zinc están depositadas en los huesos y los músculos, pero estos almacenajes no están en equilibrio rápido con el resto del organismo. La reserva de zinc del organismo de fácil acceso es pequeña y su velocidad de transferencia es rápida, como lo demuestra la rápida aparición de signos de carencia en animales de laboratorio con efecto inmediato en las células de crecimiento y de reparación. La absorción de zinc y los niveles de zinc en los tejidos están directamente relacionados a la absorción de vitamina B6 en los animales de laboratorio. Diversas enzimas que dependen de la vitamina B6 requieren zinc, como las transaminasas dependientes de fosfato piridoxal y la fosfoquinasa piridoxal. El zinc trabaja en conjunto con la vitamina B6, de modo que la quinasa piridoxal, una enzima fundamental para la formación de coenzimas de vitamina B6 requiere del complejo de zinc ATP como sustrato. El organismo de piridoxina, la piridoxal y la piridoxamina absorbidas son convertidas en sus respectivas contrapartes activas de fosfato de piridoxina, fosfato de piridoxal y fosfato de piridoxamina por piridoxal. La quinasa piridoxal hepática humana depende totalmente del zinc. Las indicaciones para los suplementos de zinc y de vitamina C coinciden en que la carencia de ambos se manifiesta en la maduración del colágeno, cambios en la piel, demora en cicatrización de heridas y susceptibilidad a infecciones. La carencia de biotina también provoca manifestaciones en la piel y deterioro de las funciones inmunitarias. La cicatrización de heridas se ve afectada por la carencia de vitamina C, vitamina B2, vitamina B6, ácido pantoténico y zinc. En una reciente revisión del nivel de los micronutrientes y el envejecimiento, la persona mayor mostró correr peligro por bajo consumo de vitaminas B6, B12, D, folato, calcio, magnesio y zinc. La mayor parte de las personas mayores mostró no cumplir con el RDA promedio, y además si se consideran los beneficios probables en la prevención de enfermedades crónicas y la preservación de las funciones en el envejecimiento, existe evidencia que indica que los requerimientos de muchos de estos nutrientes pueden ser muy bajos. Las vitaminas, especialmente las hidrosolubles, como son las vitaminas B y la vitamina C, están íntimamente involucradas en el metabolismo de la energía del cerebro, en la síntesis de los neurotransmisores, en la bomba de iones de la membrana neuronal y en el aglutinante de receptor de neuronas. Existen diversas funciones complementarias y sinergismos entre la vitamina C y las vitaminas B con relación a las funciones cerebrales, como por ejemplo, los neurotransmisores, las adenosinas trifosfatasas del cerebro, la degradación de la histamina en el cerebro, la degradación del triptófano y su relación con las funciones cerebrales. Como mencionamos anteriormente, el magnesio y las diferentes vitaminas B tienen en común que las carencias subclínicas y fisiológicas producen síntomas no específicos que afectan el estado de ánimo y las funciones cognitivas, como ansiedad, agitación, irritabilidad y fatiga. Las vitaminas hidrosolubles son cofactores importantes en la síntesis de neurotransmisores. El ácido glutámico decarboxilasa es la enzima responsable de la conversión del ácido glutámico en GABA y requiere fosfato piridoxal como coenzima. La tirosina en dopamina y noradrenalina, el triptófano decarboxilasa la necesita para la conversión de triptófano en hidroxitriptamina.5 y la histidina decarboxilasa la necesita para la conversión de histidina en histamina. La nicotianmida en forma de nicotinamida adenina dinucleoide (DAN) es un co-factor para el triptófano pirolasa hepático, que es necesario en la síntesis de hidroxitriptamina-5. El ácido fólico y la vitamina B12 son cofactores para la transferasa metil catecol O, importante en la descomposición de las catecolaminas, como la noradrenalina y la dopamina en la sinapsis de la fisura. El ácido ascórbico es el cofactor para la dopamina hidroxilasa-ß, la dihidropterina reductasa y la dopamina adenil cliclasa, que son parte de la síntesis de la dopamina y la noradrenalina, Tales vitaminas están estrechamente asociadas al metabolismo de los neurotransmisores que se cree que controlan el estado de ánimo. Los agentes tensores, como las infecciones, las inflamaciones y los traumas, inducen cambios bioquímicos y endocrinos en el organismo, que han sido llamados respuesta de bases aguda. La mayor parte de las investigaciones sobre las reacciones de la fase aguda han sido realizadas en pacientes con traumas, infecciones y/o inflamaciones. En un estudio realizado a 119 reclutas de la Armada de los Estados Unidos de Mar, Aire y Tierra (SEAL) durante 5 días, llamado "Semana Infernal", en que los reclutas fueron puestos bajo una considerable tensión física y psicológica, se encontraron cambios en los oligominerales, como zinc, característicos de una respuesta de fase aguda. La influencia de la tensión en el nivel de las vitaminas y viceversa, ha sido investigada en el ser humano desde el inicio de las investigaciones sobre la tensión. Dichas investigaciones señalan que las vitaminas tienen numerosas funciones en las reacciones de tensión y en sus efectos fisiológicos. Así, influyen en las habilidades de las que dispone el organismo para manejar y controlar las consecuencias de los posibles daños de la tensión aguda y crónica. Además, el comportamiento relacionado a la tensión, como la cafeína, la nicotina, el alcohol y los hábitos nutricionales y síntomas, como trastornos en la digestión y el sueño, a través de sus efectos negativos en el nivel de los micronutrientes, puede llegar a comprometer la capacidad y los mecanismos de manejo de la tensión. De este modo, por una parte tenemos que la tensión provoca carencia de los micronutrientes (magnesio, zinc, vitamina C) y por otra parte, las consecuencias psico-fisiológicas de tales carencias (magnesio, zinc, vitamina B1, vitamina B6) provocan síntomas relacionados con la tensión y reducen su tolerancia. Ha sido demostrado que la tensión crónica altera la respuesta inmunitaria de la vacuna contra la influenza en los adultos mayores, lo que puede tener relación con la vulnerabilidad de estos a las infecciones. Una alta dosis de suplemento de vitamina B previene la inmunosupresión relacionada a la tensión. Esto indica que los pacientes tratados con vitamina B asimilan mejor la tensión física provocada por una operación inminente que los tratados con placebo. Dado que el complejo de vitaminas B está envuelto en un amplio espectro de reacciones metabólicas celulares, no sorprende que las carencias de vitaminas de este grupo puedan afectar la resistencia y el manejo de las enfermedades y la respuesta inmunitaria. La carencia de piridoxina, ácido pantoténico, riboflavina, folato y vitamina B12 tiene un efecto mayor que la carencia de biotina y tiamina. Además, tanto la carencia de vitamina C como de zinc ha demostrado reducir enormemente la respuesta inmunitaria. Se ha demostrado que la vitamina C aumenta la movilidad de los leucocitos, la quimiotaxis y puede incluso aumentar la actividad bactericidal. Esta actividad ha sido confirmada en diversos estudios utilizando ácido ascórbico en dosis de 1.3 g/día. Un nivel adecuado de vitamina C es esencial para una función inmunitaria normal y el suplemento de vitamina C aumenta la inmunidad mediada por células en la gente mayor. Desde 1971, se han realizado 21 estudios controlados con placebo para establecer si la vitamina C en una dosis igual o mayor a 1 g/día afecta el resfrío común. A pesar de las grandes diferencias entre los 21 estudios, la vitamina C la duración de los episodios y la severidad de los síntomas del resfrío común en un promedio de 23%. La idea general de que la vitamina C no tiene mayor efecto en el resfrío común parece estar basada en gran parte en una revisión poco precisa realizada hace 2 décadas. Existe mucha evidencia que sugiere que grandes dosis terapéuticas de vitamina C que se ingieren al inicio de un resfrío común reducen significativamente la gravedad de los síntomas, pero el beneficio que demuestra el consumo regular es mucho mayor en casi todas las pruebas que se han realizado sobre los efectos del consumo regular. El nivel de zinc es muy importante para mantener una respuesta inmunitaria efectiva, especialmente la respuesta mediada de las células T. Los niveles de zinc en el plasma bajo lo normal (menos de 17 ug/dl) en hombres y mujeres voluntarios producen una baja en el recuento de linfocitos, deterioro en la quimiotaxis de los leucocitos y signos clínicos que indican la disminución de la resistencia a las infecciones como dolor de garganta, estomatitis aftosa, dermatitis seborreica, acné, orzuelos y forunculosis. Cada día es más aceptado que la carencia de zinc aumenta la susceptibilidad a numerosas bacterias, virus y parásitos y a enfermedades infecciosas. El magnesio participa en las respuestas inmunitarias de diversas formas: como cofactor para la síntesis de la inmunoglobulina, la convertasa C'3, la adherencia a las células inmunitarias, la citólisis dependiente de anticuerpos, el aglutinante de linfocitos IgM, la respuesta macrófaga a los linfoquinos, la adherencia de las células T que ayudan a las B, aglutinando la sustancia P a los linfoblastos y el antígeno aglutinante al ARN macrófago. El magnesio parece tener una función protectora en las reacciones alérgicas agudas. El magnesio parece ser un nutriente vital para la función inmunitaria óptima. Estudios realizados en humanos y animales indican que el magnesio juega un papel fundamental en el desarrollo, distribución y función de las células inmunitarias y del factor soluble que son indispensables para la inmunidad humoral y mediada por células. A pesar de que la carencia de magnesio primaria en humanos no es frecuente, se ha descubierto una disminución de magnesio en desórdenes que van desde el alcoholismo hasta enfermedades cardiovasculares, y también está asociada al uso de diversos medicamentos. En consecuencia, existe una tendencia a la carencia de magnesio en pacientes en los que la pérdida de inmuno-competencia podría ser perjudicial. Recientemente, el uso de suplementos de magnesio ha sido recomendado para mejorar la hipersensibilidad y para prevenir infecciones como el síndrome de shock tóxico. Por lo tanto, las vitaminas hidrosolubles, el calcio, el magnesio y el zinc, son fuertemente interdependientes los unos de los otros para la realización bien balanceada de sus funciones individuales y sinergísticas en el metabolismo y los procesos fisiológicos. La combinación de estos importantes componentes en un solo producto ayuda a optimizar su interacción. Propiedades farmacocinéticas: No aplicable. Información de seguridad pre-clínica: No aplicable.
Posología: 1 a 2 comprimidos efervescentes diarios con suficiente líquido.
Efectos Colaterales: Hasta ahora no se han presentado.
Contraindicaciones: Alergia a uno o más de los ingredientes o hipercalcemia preexistente. En caso de nefrolitiasis acompañada de oxaluria, de aciduria o pH urinario normal, no se debe administrar vitamina C.
Advertencias:Advertencias especiales y precauciones de uso: Influencia en las medidas de diagnóstico: a pesar de que la vitamina C no tiene efectos en los niveles de azúcar en la sangre, puede interferir en los exámenes de glucosa urinaria. Por lo tanto, se debe detener la administración de vitamina C varios días antes de realizar este examen. La decoloración de la orina luego de haber tomado Berocca® Plus se debe a su contenido de vitamina B2 (riboflavina).
Precauciones:Embarazo y lactancia: Sólo por indicación médica, aunque no existen indicios de que la dosis recomendada pudiera causar algún daño al feto. La preparación también puede ser ingerida por madres que están amamantando. Efectos en la conducción y el trabajo con máquinas: Ninguno.
Interacciones Medicamentosas:Interacciones con otros medicamentos y otras formas de interacción: Los anticonceptivos orales reducen los niveles de vitamina C en el organismo por medio de la oxidación, supuestamente vía una baja del nivel de ceruplasmina. Los corticoesteroides aumentan la oxidación. La calcitonina aumenta la velocidad de utilización de la vitamina C. Los salicilatos inhiben el transporte activo a través de las paredes intestinales. La tetraciclina inhibe el metabolismo intracelular y la reabsorción de vitamina C en los túbulos renales. El ácido acetilsalicílico, los barbitúricos y la tetraciclina aumentan la excreción de vitamina C en la orina. Muchas drogas, la mayoría con propiedades metal quelato, pueden disminuir los niveles de zinc en el plasma, como por ejemplo: etambutol, diodohidroxiquina, iodoclorhidroxiquina, disulfiram, oxiquinolinas, penicilamina, iproniazid, nialamida e isocarboxazid. Los quelatos, clorotiasidas y el glucagón causan hiperzincuria.
Sobredosificación: Dosis masivas de vitamina C pueden provocar diarreas. La dosis de los ingredientes está dentro de los límites de la RDA o al menor múltiplo de los valores correspondientes. Una sobredosis no presenta ningún riesgo para la salud. El uso crónico de altas dosis de vitamina C puede provocar litiasis.