Composición: Cada comprimido recubierto contiene: Hidroxicloroquina Sulfato 200 mg equivalente a 155 mg de Hidroxicloroquina Base. Excipientes: Polividona; Almidón de Maíz; Estearato de Magnesio; Hipromelosa; Triacetina; Dióxido de Titanio; Lactosa Monohidratada.
Descripción: La hidroxicloroquina sulfato es un sólido cristalino, incoloro, soluble en agua a lo menos en un 20%. Químicamente es el: 2-[[4-[(7-cloro-4-quinolil)amino] pentil] etilamino] etanol sulfato (1:1). Cada 200 mg de hidroxicloroquina sulfato es equivalente a 155 mg de hidroxicloroquina base.
Indicaciones:Condiciones reumatológicas y dermatológicas: lupus eritematoso sistémico. Lupus eritematoso discoide. Artritis reumatoideas. Artritis juvenil crónica. Condiciones dermatológicas causadas o agravadas por la luz solar. Amebiasis extraintestinal.
Propiedades:Farmacodinamia: El Plaquinol es un antimalárico de síntesis de la clase de las amino-4-quinolinas. Es utilizado en el tratamiento de la artritis crónica. Su acción antiinflamatoria está probablemente ligada a la estabilización de las membranas lisosomales, lo cual impide la liberación de enzimas lisosomales hidrolíticas. Al inhibir las reacciones del complemento, influye sobre las reacciones inmunológicas (por ej. las reacciones entre antígeno y anticuerpo). Las 4-aminoquinolinas tienen la propiedad de bloquear los grupos SH e inhibir así las enzimas (proteasas y colagenasas). El Plaquinol es utilizado también en el tratamiento del lupus eritematoso y en las fotodermatosis. El efecto fotoprotector es debido a la disminución de la sensibilidad cutánea a los rayos ultravioletas. Farmacocinética: El Plaquinol es rápidamente absorbido a nivel del segmento terminal del íleon. La absorción aumenta si se ingiere durante las comidas. Tres horas después de una dosis oral de 400 mg de Plaquinol (310 mg de hidroxicloroquina base) la tasa plasmática máxima es del orden de 80 Eg/l y se mantiene a nivel terapéutico (10 Eg/l o más) durante 72 horas. La concentración plasmática aumenta fuertemente en el curso de la primera semana. El punto de saturación se alcanza entre la tercera y la cuarta semana de tratamiento. Alrededor del 50-65% de la cloroquina se liga a las proteínas plasmáticas. Se concentra, en función de la dosis administrada en numerosos tejidos y órganos especialmente a nivel cutáneo y en las estructuras articulares. Puede constatarse la presencia de una 4-amino-cloroquina en los tejidos durante las semanas y los meses que siguen a la suspensión del tratamiento. El Plaquinol atraviesa la barrera placentaria y difunde a la leche materna. Se metaboliza parcialmente en desetilhidroxicloroquina, desetilcloroquina y bisdesetilcloroquina. La cinética de eliminación sigue un modelo bicompartimental. Su vida media plasmática es de alrededor 72 horas. Cerca del 60% de la dosis oral de cloroquina o de hidroxicloroquina son eliminadas por vía urinaria, alrededor del 10% por vía fecal y el 30% restante por vía cutánea. Por vía urinaria, la hidroxicloroquina es excretada en un 13% como metabolitos y en un 87% no metabolizada. No hay estudios controlados en los niños y en la insuficiencia renal.
Posología: Sólo para administración oral. Cada dosis debería administrarse con las comidas o con un vaso de leche. Todas las dosis se refieren al sulfato de hidroxicloroquina, no a su equivalente en base. Enfermedades reumáticas: la hidroxicloroquina es acumulativa en la acción y requerirá de varias semanas para ejercer sus efectos terapéuticos beneficiosos, mientras que los efectos laterales menores se pueden presentar relativamente temprano. Se pueden requerir varios meses de tratamiento antes de obtener efectos máximos. Si la mejoría objetiva no ocurre en el transcurso de 6 meses, se debería suspender la medicación. Lupus eritematoso sistémico y discoide: en adultos, inicialmente 400 a 800 mg diarios. Para terapia de mantención 200 a 400 mg diarios. Artritis reumatoidea: en adultos, inicialmente 400 a 600 mg diarios. Para terapia de mantención, 200 a 400 mg diarios. Artritis crónica juvenil: la dosis no debe exceder los 6.4 mg/kg magro de peso corporal (equivalente a 5 mg de droga base) ó 400 mg por día, la que sea menor, sin sobrepasar los 400 mg por día. Enfermedades de fotosensibilidad: el tratamiento debe restringirse a los períodos de máxima exposición a la luz. En adultos, puede ser suficiente 400 mg por día. Amebiasis extraintestinal: en adultos 800 mg diarios por 2 días, luego 400 mg por día durante 2 ó 3 semanas. Normalmente se indica una terapia concomitante con un amebicida intestinal.
Efectos Colaterales:La frecuencia de reacciones adversas se define usando la siguiente convención: muy frecuentes (≥10%); frecuentes (≥1 y <10%); infrecuentes (≥0.1 y <1%); raros (≥0.01 y <0.1%); muy raros (<0.01%); se desconoce frecuencia (no se puede estimar de la información disponible). Trastornos oculares: Frecuente: Visión borrosa debido a alteraciones en la acomodación, ésta es dosis-dependiente y reversible. Infrecuente: Retinopatía: aunque es raro, pueden ocurrir cambios en la pigmentación y defectos en el campo visual. En su forma temprana, es reversible al suspender el tratamiento. Si se permite que se desarrolle, puede haber riesgo de progresión aun después de la suspensión del tratamiento. Pacientes con cambios retinales pueden, en un comienzo, ser asintomáticos o pueden tener visión escotomatosa tipo anillos paracentrales, pericentrales, escotoma temporal, y visión anormal de colores. Pacientes con cambios retinales pueden ser asintomáticos en un comienzo, o pueden tener visión escotomatosa tipo anillos paracentrales, pericentrales, escotoma temporal, y visión anormal de colores. Han sido reportados cambios corneales, incluyendo edema y opacidades. Estos pueden ser asintomáticos o bien causar alteraciones como halos, visión borrosa, o fotofobia. Pueden ser transitorios o reversibles al suspender el tratamiento. Se desconoce frecuencia: Se han reportado casos de maculopatías y degeneración macular y pueden ser irreversibles. Trastornos cutáneos y subcutáneos: Frecuentes: Rash cutáneo; prurito. Infrecuentes: Cambios en la pigmentación de la piel y mucosas, decoloración del cabello, alopecia. Estos efectos generalmente se resuelven rápido al suspender el tratamiento. Se desconoce frecuencia: Erupciones bulosas incluyendo eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson, y necrólisis epidérmica tóxica. Rash a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (síndrome DRESS), fotosensibilidad y dermatitis exfoliativa, pustulosis exantématica generalizada aguda. Ésta última debe ser distinguida de psoriasis, a pesar de que hidroxicloroquina puede precipitar ataques de psoriasis. Puede estar asociada con fiebre e hiperleucocitosis. El resultado es generalmente favorable luego de la suspensión de la droga. Trastornos gastrointestinales: Muy frecuentes: Dolor abdominal, náuseas. Frecuentes: Diarrea, vómitos. Estos síntomas se resuelven usualmente de manera inmediata al disminuir la dosis o suspender el tratamiento. Efectos sobre el SNC: Frecuente: Cefalea. Infrecuente: Mareos. Se desconoce frecuencia: Convulsiones. Trastornos extrapiramidales tal como distonía, disquinesia, temblor (ver Advertencias). Trastornos psiquiátricos: Frecuente: Labilidad efectiva. Infrecuente: Nerviosismo. Se desconoce frecuencia: Psicosis, comportamiento suicida. Trastornos del oído y del laberinto: Infrecuente: Vértigo, tinnitus. Se desconoce frecuencia: Pérdida auditiva. Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conectivo. Infrecuente: Trastornos sensitivo-motores. Se desconoce frecuencia: Miopatía músculo esquelética o neuromiopatía conducentes a debilidad progresiva y atrofia de los grupos musculares proximales. La miopatía puede ser reversible luego de discontinuar la droga, pero la recuperación puede tardar meses. Trastornos cardíacos: Se desconoce frecuencia: Cardiomiopatía que puede resultar en insuficiencia cardíaca y en algunos casos con resultado fatal (ver Precauciones y Sobredosificación). Se debe considerar toxicidad crónica cuando se encuentren trastornos en la conducción (bloqueo de la rama/ bloqueo aurículo-ventricular) como también hipertrofia biventricular. El discontinuar la droga puede llevar a la recuperación. Trastornos hematológicos y linfáticos: Se desconoce frecuencia: Depresión de la médula ósea, anemia, anemia aplástica, agranulocitosis, leucopenia, trombocitopenia. Trastornos del metabolismo y nutrición: Frecuente: Anorexia. Se desconoce frecuencia: Hipoglicemia. La hidroxicloroquina puede exacerbar la porfiria. Trastornos hepatobiliares: Infrecuente: Pruebas anormales de función hepática. Se desconoce frecuencia: Falla hepática fulminante. Trastornos del sistema inmunológico: Se desconoce frecuencia: Urticaria, angioedema, broncoespasmo.
Contraindicaciones: Hipersensibilidad a los compuestos 4-aminoquinolinas o a cualquiera de los excipientes de la fórmula. Maculopatía preexistente. Tratamiento en niños menores de 6 años (en razón de que la forma farmacéutica de 200 mg, no se adapta a pesos < 35 kilos).
Advertencias:Generales: Antes de iniciar tratamiento de largo plazo, el paciente debe ser evaluado oftamológicamente, ambos ojos, mediante una oftalmoscopía cuidadosa para agudeza visual, campo visual, visión de colores, y fundoscopia. Luego, el examen debe repetirse al menos 1 vez al año. La toxicidad retinal es principalmente dosis-relacionada. El riesgo de daño retinal es pequeño con dosis diarias hasta de 6.5 mg/kg de peso. El exceder la dosis diaria recomendada aumenta abruptamente el riesgo de toxicidad retinal. Se debe aumentar la frecuencia de exámenes y adaptarlo al paciente, en los siguientes casos: dosis diaria que exceden 6.5 mg/kg peso corporal ideal (recostado). El usar el peso absoluto como guía para la dosificación, puede resultar en sobredosis en el obeso; insuficiencia renal; dosis acumulativa mayor de 200 g; ancianos; agudeza visual deteriorada. Si se observa alguna anormalidad visual (agudeza visual, visón alterada de colores, campo visual, mácula), la droga debe suspenderse inmediatamente y los pacientes deberían mantenerse bajo observación por una posible progresión de la anormalidad. Los cambios retinales (y trastornos visuales) pueden progresar aun después del cese de la terapia. Se debe tener precaución en pacientes con enfermedad hepática o renal, en quienes puede ser necesario reducir la dosis, y también en aquellos con administración concomitante de fármacos que afecten a estos órganos. También es necesario tener precaución en pacientes con alteraciones gastrointestinales, neurológicas, o hematológicas y en aquellos que presenten hipersensibilidad a la quinina, deficiencia en glucosa 6-fosfato deshidrogenasa, porfiria y psoriasis. Aunque el riesgo de depresión medular es bajo, es aconsejable realizar recuentos sanguíneos periódicos y suspender la hidroxicloroquina si se presenta cualquier anormalidad. Los niños son particularmente sensibles a los efectos tóxicos de las 4- aminoquinolinas, por lo tanto, los pacientes deben mantener este medicamento fuera del alcance de ellos. Todos los pacientes en tratamiento prolongado deben ser sometidos a evaluación periódica de la función músculo esquelética y reflejos tendíneos. Si hay debilidad, la droga debe retirarse.
Precauciones:Embarazo: Hidroxicloroquina atraviesa la placenta. Hay datos limitados en relación con el uso de hidroxicloroquina durante el embarazo. Se debe hacer notar que las 4- aminoquinolinas en dosis terapéuticas se han asociado con daño en el sistema nervioso central, incluyendo ototoxicidad (toxicidad auditiva y vestibular, sordera congénita), hemorragia retinal y pigmentación anormal de la retina. Se debe evitar el uso de la hidroxicloroquina durante el embarazo, salvo cuando, en la opinión del médico, los potenciales beneficios del tratamiento sobrepasen los potenciales riesgos. Lactancia: Se debe hacer una cuidadosa consideración para usar hidroxicloroquina durante la lactancia, ya que se ha visto que se excreta en pequeñas cantidades en la leche materna, y se sabe que los niños son extremadamente sensibles a los efectos tóxicos de las 4-aminoquinolinas. Efectos sobre la conducción de vehículos y utilización de maquinarias: Se debe advertir a los pacientes que conducen vehículos u operan maquinarias del riesgo que la hidroxicloroquina produzca alteraciones en la acomodación y visión borrosa.
Interacciones Medicamentosas: La administración concomitante de hidroxicloroquina y digoxina puede resultar en aumento en los niveles de digoxina sérica, en consecuencia los niveles de digoxina sérica deben ser monitoreados estrechamente en pacientes que reciban tratamiento combinado. Como hidroxicloroquina puede aumentar los efectos del tratamiento hipoglicemiante, puede ser necesario reducción en dosis de insulina o drogas antidiabéticas. Halofantrina prolonga el intervalo QT y no debería administrarse con otros medicamentos que tengan el potencial de inducir arritmias cardíacas, incluyendo hidroxicloroquina. También puede haber un riesgo aumentado de inducir arritmia ventricular si se usa hidroxicloroquina concomitantemente con otros medicamentos arritmogénicos, como amiodarona y moxifloxacino. Se reportó una elevación en los niveles plasmáticos de ciclosporina, cuando ciclosporina e hidroxicloroquina fueron co-administradas. Hidroxicloroquina puede disminuir el umbral convulsivo. La co-administración de hidroxicloroquina con otros antimaláricos conocidos por disminuir el umbral convulsivo (ej. mefloquina), puede aumentar el riesgo de convulsiones. La actividad de medicamentos antiepilépticos también puede reducirse cuando se co-administran con hidroxicloroquina. Se ha informado en un estudio de interacción de dosis única, que cloroquina reduce la biodisponibilidad de praziquantel. Se desconoce si un efecto similar ocurrirá cuando se co-administra hidroxicloroquina y praziquantel. Por extrapolación, debido a las semejanzas estructurales y en los parámetros farmacocinéticos entre hidroxicloroquina y cloroquina, se pude esperar un efecto similar con hidroxicloroquina. Existe un riesgo teórico de inhibición de la actividad intracelular de galactosidasa cuando se coadministra hidroxicloroquina con agalsidasa.
Sobredosificación: La sobredosis con 4-aminoquinolinas es peligrosa, particularmente en los niños, dosis tan pequeñas como 1 -2 g han probado ser fatales. Los síntomas de sobredosis pueden incluir: cefalea, disturbios visuales, colapso cardiovascular, convulsiones, hipokalemia y trastornos del ritmo y conducción, seguido por un súbito y precoz paro cardiorrespiratorio. Ya que estos efectos pueden aparecer rápidamente después de tomar una dosis masiva, el tratamiento debe realizarse con prontitud. El estómago debe ser vaciado inmediatamente, ya sea por emesis o lavado gástrico. El carbón activado en una dosis de a lo menos 5 veces la de la sobredosis estimada, puede inhibir la absorción si se introduce en el estómago por intubación luego del lavado, y dentro de los 30 minutos post-ingestión de la sobredosis. Se debería considerar la administración parenteral de diazepam, ya que hay estudios que han reportado su efecto beneficioso en revertir la cardiotoxicidad de la cloroquina. Se debe instituir en la medida necesaria, soporte respiratorio y manejo del shock.