Composición: Cada comprimido contiene: Aripiprazol 5 y 10 mg. Excipientes c.s.p.
Acción Terapéutica: Antipsicótico.
Indicaciones: Tratamiento de la esquizofrenia en pacientes adultos. Tratamiento de episodios maníacos agudos y mixtos asociados con desorden bipolar, como monoterapia o como adyuvante con litio o valproato en adultos.
Propiedades: Como sucede con otros medicamentos empleados en el tratamiento de la esquizofrenia y del trastorno bipolar, se desconoce el mecanismo de acción del aripiprazol. Sin embargo, se supone que sus efectos se deben a una acción agonista parcial sobre los receptores D2 y 5-HT1A y a una acción antagonista sobre los receptores 5-HT2A. Otros efectos clínicos del aripiprazol (como la hipotensión ortostática) pueden explicarse a través de la acción sobre otros receptores (antagonismo alfa1 adrenérgico). Farmacocinética: el aripiprazol se absorbe bien, observándose la concentración plasmática máxima entre las 3 y las 5 horas posteriores a la administración. La biodisponibilidad es del orden del 85 al 90% y no es alterada por los alimentos. Presenta un volumen de distribución de 4.9 l/kg, indicando amplia distribución extravascular. Tanto el aripiprazol como su metabolito principal, el dehidro-aripiprazol, presentan una unión a las proteínas plasmáticas mayor de 99%. El estado estable se alcanza aproximadamente a los 14 días de tratamiento. El metabolismo se lleva a cabo principalmente por dehidrogenación, hidroxilación y N-desalquilación, mediante las enzimas CYP3A4 y CYP2D6. El metabolito dehidro es activo y representa alrededor del 40% de la AUC plasmática. La vida media de eliminación es de 75 horas para el aripiprazol y de 94 horas para el dehidro-aripiprazol. Luego de la administración de una dosis marcada con C14 el 25% se recuperó en la orina y el 55% en las heces. Sólo el 1% de la dosis se recupera en orina como aripiprazol sin cambios y el 18% en las heces. No se han observado cambios farmacocinéticos clínicamente significativos que requieran un ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia renal o hepática, en ancianos, en fumadores o en posibles diferencias relacionadas con el sexo o la raza
Posología:Esquizofrenia: Adultos: Tratamiento agudo: La dosis inicial recomendada es de 10 ó 15 mg, administrados 1 vez por día, con las comidas o fuera de ellas. Tratamiento de mantenimiento: La dosis de mantenimiento puede ser de hasta 30 mg/día, aunque con esta dosis los resultados no fueron significativamente superiores a los observados con dosis de 10 ó 15 mg/día. El incremento de la dosis no debe efectuarse antes de las 2 semanas de tratamiento. La experiencia clínica existente con aripiprazol no informa acerca de la duración del tratamiento; sin embargo, se acepta que el tratamiento farmacológico de los episodios de esquizofrenia debe extenderse durante 6 meses o más. Se debe evaluar periódicamente a los pacientes con el objeto de determinar la necesidad de continuar el tratamiento de mantenimiento. Adolescentes de 13 a 17 años: Tratamiento agudo: la dosis diaria de inicio es de 2 mg, la que deberá ser incrementada a 5 mg luego de 2 días, hasta alcanzar la dosis recomendada de 10 mg, tras otros 2 días. De ser necesarios aumentos subsecuentes de la dosis, éstos deberán efectuarse en incrementos de 5 mg/día. Aunque aripiprazol fue estudiado en esta población en dosis diarias de hasta 30 mg/día, esta dosis no demostró ser más eficaz que la de 10 mg/día. Aripiprazol puede administrarse con las comidas o fuera de ellas. Tratamiento de mantenimiento: la eficacia de aripiprazol en el tratamiento de mantenimiento de la esquizofrenia en pacientes pediátricos no ha sido evaluada. Por lo tanto la evidencia disponible sobre cuánto tiempo deberá mantenerse el tratamiento con aripiprazol en adolescentes surge de extrapolar los datos correspondientes a la población adulta junto con la comparación de los parámetros farmacocinéticos correspondientes al aripiprazol en pacientes pediátricos y adultos. En función de estos datos, generalmente se recomienda que los pacientes continúen recibiendo tratamiento más allá de la respuesta aguda, pero a la menor dosis necesaria que permita mantener la remisión. Cambio de medicación: No existe información suficiente sobre el cambio de otros antipsicóticos por aripiprazol o sobre el uso concomitante. En algunos pacientes puede ser aceptable la interrupción inmediata de la medicación anterior y en otros puede ser necesaria la discontinuación progresiva. En todos los casos es recomendable reducir al mínimo el período de administración concomitante. Trastorno bipolar: Adultos: Tratamiento agudo: La dosis inicial recomendada como monoterapia o como tratamiento combinado con litio o valproato es de 15 mg, administrados 1 vez por día, con las comidas o fuera de ellas. La dosis podrá ser aumentada hasta 30 mg/día en función de la respuesta clínica. La seguridad de dosis mayores a 30 mg/día no ha sido evaluada en ensayos clínicos. Tratamiento de mantenimiento: Aunque no existe evidencia disponible sobre cuánto tiempo los pacientes tratados con aripiprazol en monoterapia o terapia combinada deben permanecer en tratamiento, se ha demostrado que los pacientes adultos con trastorno bipolar I que han permanecido sintomáticamente estables con dosis de aripiprazol de 15 mg/día o 30 mg/día durante al menos 6 semanas consecutivas y continuaron con dicho tratamiento de mantenimiento se beneficiaron más que aquellos que no continuaron. Aunque se acepta generalmente que la prolongación del tratamiento farmacológico más allá de los episodios agudos de manía es deseable, tanto para el mantenimiento de la respuesta inicial como para la prevención de nuevos episodios maníacos, no existen datos sistemáticos obtenidos a partir del uso de aripiprazol más allá de las 6 semanas. Se debe evaluar periódicamente a los pacientes con el objeto de determinar la necesidad de continuar el tratamiento de mantenimiento. Pacientes pediátricos de 10 a 17 años: Tratamiento agudo: la dosis diaria de inicio es de 2 mg, la que deberá ser incrementada a 5 mg luego de 2 días, hasta alcanzar la dosis recomendada de 10 mg, tras otros 2 días. La dosis recomendada es de 10 mg/día, tanto para monoterapia como para terapia combinada con litio o valproato. De ser necesarios aumentos subsecuentes de la dosis, éstos deberán efectuarse en incrementos de 5 mg/día. Aripiprazol puede administrarse con las comidas o fuera de ellas. Aripiprazol fue estudiado en esta población en dosis diarias de 10 ó 30 mg/día. Tratamiento de mantenimiento: la eficacia de aripiprazol en el tratamiento de mantenimiento del trastorno bipolar I en pacientes pediátricos no ha sido evaluada. Por lo tanto la evidencia disponible sobre cuánto tiempo deberá mantenerse el tratamiento con aripiprazol en adolescentes, surge de extrapolar los datos correspondientes a la población adulta junto con la comparación de los parámetros farmacocinéticos correspondientes al aripiprazol en pacientes pediátricos y adultos. En función de estos datos, generalmente se recomienda que los pacientes continúen recibiendo tratamiento más allá de la respuesta aguda, pero a la menor dosis necesaria que permita mantener la remisión. Se debe evaluar periódicamente a los pacientes con el objeto de determinar la necesidad de continuar el tratamiento de mantenimiento. Tratamiento adyuvante en el trastorno depresivo mayor: Adultos: Tratamiento agudo: La dosis inicial recomendada de aripiprazol como tratamiento adyuvante para pacientes que ya están recibiendo un antidepresivo es de 2 mg/día a 5 mg/día. La eficacia de aripiprazol como tratamiento adyuvante en el trastorno depresivo mayor fue establecida en el margen de dosis de 2 mg/día a 15 mg/día. Los ajustes de dosis, de hasta 5 mg/día, deberán hacerse gradualmente, a intervalos no menores a 1 semana. Tratamiento de mantenimiento: La eficacia de aripiprazol en el tratamiento de mantenimiento del trastorno depresivo mayor no ha sido evaluada. Al no existir evidencia disponible sobre cuánto tiempo los pacientes tratados con aripiprazol deben permanecer en tratamiento, se deberá evaluar periódicamente a los pacientes con el objeto de determinar la necesidad de continuar el tratamiento de mantenimiento. Dosificación en situaciones especiales: No es necesaria la modificación de la dosis en pacientes con insuficiencia renal o hepática, en ancianos, en fumadores o por posibles diferencias relacionadas con el sexo o la raza. Pacientes en tratamiento con inhibidores del CYP3A4: Cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con ketoconazol u otro inhibidor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe reducirse a la mitad. Cuando se interrumpe la administración del inhibidor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe aumentarse a los valores usuales. Pacientes en tratamiento con inhibidores del CYP2D6: Cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con quinidina, fluoxetina, paroxetina u otro inhibidor del CYP2D6, la dosis de aripiprazol debe reducirse por lo menos a la mitad. Cuando se interrumpe la administración del inhibidor del CYP2D6, la dosis de aripiprazol debe aumentarse a los valores usuales. Cuando se administre como adyuvante en pacientes con trastorno depresivo mayor, aripiprazol deberá administrarse sin realizar ajustes en la dosis. Pacientes en tratamiento con inductores del CYP3A4: Cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con carbamazepina u otro inductor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe duplicarse (a 20 ó 30 mg/día). Todo aumento adicional de la dosis debe basarse en la evaluación clínica. Cuando se interrumpe la administración del inductor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe disminuirse a 10 ó 15 mg/día.
Efectos Colaterales:Esquizofrenia: las reacciones adversas más frecuentes son: cefalea, ansiedad, insomnio, náuseas, vómitos, embotamiento, somnolencia, constipación y acatisia. La única reacción adversa que parece relacionada con la dosis es la somnolencia. Las reacciones adversas informadas en más del 1% de los casos (excluidas las anteriores) son: generales: astenia, traumatismo accidental, dolor abdominal, fiebre, dolor lumbar, síndrome gripal, edema periférico, dolor torácico, dolor cervical, rigidez cervical. Cardiovasculares: hipertensión, taquicardia, hipotensión, bradicardia. Digestivas: anorexia, dispepsia, odontalgia, diarrea, sequedad bucal. Osteomusculares: mialgia, calambres. Neurológicos: temblor, agitación, psicosis, síndrome extrapiramidal, hipertonía, depresión, nerviosismo, sialorrea, hostilidad, pensamiento suicida, reacción maníaca, marcha anormal, confusión. Respiratorias: rinitis, tos, faringitis, infección de las vías respiratorias superiores, disnea, neumonía. Dermatológicas: rash, piel seca, prurito, sudoración aumentada, úlcera. Organos de los sentidos: visión borrosa, conjuntivitis, otalgia. Genitourinarios: dismenorrea, vaginitis, incontinencia urinaria. Trastorno bipolar: las reacciones adversas más frecuentes fueron: heridas accidentales, constipación y acatisia. Las reacciones adversas observadas con una frecuencia mayor de 2% y más frecuentes con aripiprazol que con placebo, excluyendo las anteriores, fueron: generales: cefalea, astenia, edema periférico. Cardiovasculares: hipertensión. Digestivas: náuseas, dispepsia, vómitos. Osteomusculares: mialgia. Neurológicas: agitación, ansiedad, insomnio, somnolencia, embotamiento, síndrome extrapiramidal, temblor, sialorrea. Respiratorias: faringitis, rinitis, tos. Organos de los sentidos: visión borrosa. Se ha informado que la incidencia de síntomas extrapiramidales es similar a la observada con placebo, excepto la acatisia que mostró una incidencia mayor con aripiprazol. Se ha observado un leve incremento del peso corporal respecto del placebo en pacientes tratados a corto plazo con aripiprazol. También se observó un logro mayor de las metas de aumento de peso durante el tratamiento con aripiprazol. No se han informado cambios significativos en las determinaciones de laboratorio de química sanguínea, hematología y orina. En el rango de dosis terapéutica (10 a 30 mg/día) el aripiprazol tiende a acortar ligeramente el intervalo QTc del electrocardiograma. El tratamiento con aripiprazol se ha asociado con un aumento promedio de la frecuencia cardíaca de 4 latidos por minuto. No se han informado otros cambios significativos del ECG.
Contraindicaciones: Irazem está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes del producto.
Precauciones: Aumento de la mortalidad en pacientes ancianos con psicosis relacionada con demencia: los pacientes ancianos con psicosis relacionada con la demencia tratados con antipsicóticos atípicos (incluyendo el aripiprazol) presentan mayor riesgo de muerte. Aunque las causas de muerte pueden ser variadas, la mayoría parece ser de origen cardiovascular (por ej.: insuficiencia cardíaca, muerte súbita) o infecciosa (neumonía). Irazem no ha sido aprobado para el tratamiento de pacientes con psicosis relacionada con la demencia. Síndrome neuroléptico maligno: se ha informado la aparición de un complejo sintomático potencialmente fatal a veces referido como síndrome neuroléptico maligno con la administración de drogas antipsicóticas, incluyendo el aripiprazol. Las manifestaciones clínicas son: hiperpirexia, rigidez muscular, alteración del estado mental y evidencias de inestabilidad autonómica (pulso o presión arterial irregular, taquicardia, sudoración y disrritmia cardíaca). También puede observarse aumento de la CPK, mioglobinuria (rabdomiólisis) e insuficiencia renal aguda. El manejo de estos pacientes debe incluir: interrupción inmediata de la droga antipsicótica y de toda otra droga que no sea esencial, control médico, tratamiento sintomático intensivo y de cualquier otro problema médico serio concomitante para el que se cuente con tratamiento específico. Si algún paciente requiere tratamiento antipsicótico luego de haber padecido este síndrome, es necesario realizar una evaluación estricta de la conveniencia de reintroducción del tratamiento y efectuarla bajo control médico porque se han informado recurrencias. Disquinesia tardía: en los pacientes en tratamiento con drogas antipsicóticas se puede desarrollar un síndrome potencialmente irreversible, de movimientos disquinéticos e involuntarios. Este síndrome es más común en los ancianos y especialmente en mujeres. Se cree que el riesgo de desarrollar este síndrome y la posibilidad de que se convierta en irreversible están ligados a la duración del tratamiento y a la cantidad acumulada de droga administrada al paciente. Sin embargo, aunque más raramente, también puede aparecer después de períodos de tratamiento relativamente breves con dosis bajas. No existe un tratamiento conocido para este síndrome aunque puede remitir parcial o completamente con la interrupción del tratamiento. Los antipsicóticos pueden disminuir los síntomas y enmascarar el problema subyacente. Por tal motivo, Irazem debe prescribirse de manera de disminuir el riesgo de disquinesia tardía. El tratamiento crónico con antipsicóticos debe reservarse para los pacientes con evolución crónica y respuesta positiva a estos medicamentos y para los cuales no exista un tratamiento alternativo con eficacia similar y menor riesgo. Una vez decidido el tratamiento crónico éste debe realizarse con la dosis menor y durante el menor tiempo posible que produzca una respuesta clínica satisfactoria. Se debe reevaluar periódicamente la necesidad de continuar el tratamiento. Si aparecen signos de disquinesia tardía se debe considerar la discontinuación del tratamiento con Irazem. Sin embargo, algunos pacientes pueden requerir la continuación del tratamiento a pesar de la presencia de este síndrome. Hiperglucemia y diabetes: se ha informado hiperglucemia, en algunos casos grave y asociada con cetoacidosis o coma hiperosmolar y muerte, en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos. Se han informado pocos casos de hiperglucemia relacionados con el aripiprazol, aunque existen menos casos tratados con esta droga y ésta todavía no se encontraba en venta en ocasión de la realización de los estudios epidemiológicos que indican un aumento del riesgo de hiperglucemia relacionado con el tratamiento con antipsicóticos atípicos. Los pacientes diabéticos que inician un tratamiento con antipsicóticos atípicos deben ser controlados periódicamente para descartar un empeoramiento del control de la glucemia. Debe controlarse la glucemia antes de iniciar el tratamiento y luego periódicamente mientras éste continúe en los pacientes con factores de riesgo de diabetes (obesidad, antecedentes familiares). Deben controlarse los síntomas de hiperglucemia (polifagia, polidipsia, poliuria y decaimiento) en todos los pacientes tratados con antipsicóticos atípicos, ante la aparición de estos síntomas debe efectuarse el control de la glucemia. En algunos casos la hiperglucemia se resuelve con la interrupción del antipsicótico, en otros casos es necesario continuar un tratamiento antidiabético luego de la interrupción de la droga sospechosa.
Interacciones Medicamentosas: Irazem debe administrarse con precaución a pacientes que consumen alcohol o se encuentran en tratamiento con otras drogas con acción sobre el sistema nervioso central. Por su acción antagonista sobre los receptores alfa1 adrenérgicos, el aripiprazol puede aumentar los efectos de ciertas drogas antihipertensivas. El metabolismo del aripiprazol se efectúa por acción de las enzimas CYP3A4 y CYP2D6. Las drogas que inducen el CYP3A4 (por ej.: carbamazepina) pueden aumentar la depuración del aripiprazol y disminuir sus concentraciones plasmáticas. Los inhibidores del CYP3A4 (por ej.: ketoconazol) y el CYP2D6 (por ej.: quinidina, fluoxetina o paroxetina) pueden inhibir la eliminación de aripiprazol y aumentar su concentración plasmática. Ketoconazol, itraconazol: cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con ketoconazol la dosis de aripiprazol debe reducirse a la mitad. Con otros inhibidores potentes del CYP3A4 (itraconazol) debe efectuarse una reducción similar de la dosis. No se dispone información sobre interacciones con inhibidores débiles: eritromicina, jugo de pomelo. Cuando se interrumpe la administración del inhibidor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe aumentarse a los valores usuales. Quinidina, fluoxetina, paroxetina: cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con quinidina la dosis de aripiprazol debe reducirse a la mitad. Con otros inhibidores potentes del CYP2D6 (fluoxetina, paroxetina) debe efectuarse una reducción similar de la dosis. Cuando se interrumpe la administración del inhibidor del CYP2D6, la dosis de aripiprazol debe aumentarse a los valores usuales. Carbamazepina: cuando se administre aripiprazol en forma concomitante con carbamazepina u otro inductor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe duplicarse (a 20 ó 30 mg/día). Todo aumento adicional de la dosis debe basarse en la evaluación clínica. Cuando se interrumpe la administración del inductor del CYP3A4, la dosis de aripiprazol debe disminuirse a 10 ó 15 mg/día. El aripiprazol no presenta interacciones clínicamente importantes con la famotidina, el valproato, el litio, el dextrometorfano, el omeprazol y la warfarina.